Lo detuvieron en la sección de ciencia ficción de la biblioteca pública de San Francisco. Lucía común y corriente, vivía sin lujo en un apartaco de US$1,000 mensuales que compartía con dos compañeros.
Pero las autoridades federales acusan a Ross Ulbricht de 29 años de edad de ser el cerebro del “Camino de la Seda”, un mercado de drogas donde se vendieron US$1.6 mil millones en mercancía durante dos años. El presuntamente se quedó con US$80 millones.
Igulamente, informa Henry Kay Lee en San Francisco Chronicle, ordenó la muerte de dos personas para protegerse — aunque no hay evidencia de que los asesinatos hayan tenido lugar.
Pero el segundo sicario que intentó contratar era un agente.
Describe el Chronicle a Ulbricht como un tipo normal, callado, el típico experto en computadores.
Estudio células solares y, en su perfil en una red social, lamenta la injerencia del gobierno en la vida de los ciudadanos, diciendo que busca crear “una simulación económica para dar a la gente una experiencia de primera mano de lo que sereia vivir sin el uso de la fuerza”.
Imagen via Gawker
