En el mundillo de las teorías de conspiraciones, una de las preferidas gira en torno a la participación de Fidel Castro en el asesinato del presidente John F. Kennedy hace casi 50 años.

Ha circulado y sido descartada y ahora parece haber sido reencauchada con la publicación de otro libro más sobre el asunto.

Este último, escribe Jefferson Morley en Salon, lo firma Brian Latell, antiguo funcionario de inteligencia nacional de la CIA para América Latina.

Dice Salon que las acusaciones en “Castro’s Secrets: The CIA and Cuba’s Intelligence Machine”, son sensacionalistas y sin corroboración.

Será publicado el mes entrante, dice.

Sostiene Latell que en septiembre de 1963 Lee Harvery Oswald, el asesino de Kennedy, había comunicado a diplomáticos cubanos en México sus planes de un magnicidio, el cual ocurrió aquel fatídico 22 de noviembre de ese año.

“Castro y un pequeño número de funcionarios de la inteligencia cubana fueron cómplices en la muerte de Kennedy…pero su participación no alcanza a las dimensiones de un complot de asesinato organizado”.

Dice que Latell es más alto funcionario de la CIA que jamás haya acusado a Castro de cargar una responsabilidad personal sobre la muerte de Kennedy.

La gran mayoría de la evidencia que presenta en el libro no está disponible al público.

La misma CIA, dice, “mantiene su distancia”.

Y, presenta, ¿si la evidencia es tan contundente en el 2012, por qué no se le entregó a la Comisión Warren en 1964?

Pero con el 50 aniversario del asesinato de Kennedy que se aproxima, concluye, lo más seguro es que se escuchen nuevas teorías dentro de los parámetros de “Fue Fidel”.

Artículo en inglés