Cristina FernándezA solo días de que fueran desestimadas por un juez todas las acusaciones contra Cristina Fernández de Kirchner sobre el atentando en un centro comunitario judío en Buenos Aires en 1994, en un apasionado discurso del estado del país la presidente defendió su gobierno y denunció los eventos en torno al suicidio del fiscal Alberto Nisman como intentos de desestabilizar la presidencia.

Nisman, quien investigaba por años el bombazo donde murieron 85 personas apareció muerto a mediados de enero con un balazo en la cabeza. Entre sus papeles, se encontraba el borrador de una imputación a la presidenta por presunto encubrimiento de la participación del gobierno de Irán en el evento a cambio de beneficios comerciales.

La muerte de Nisman abrió una caja de pandora de especulaciones, acusaciones, teorías de conspiraciones que sacudió la presidencia y dividió al país.

A mediados de febrero, Gerardo Pollicita, otro fiscal, imputó a la presidenta.

Ello, sin embargo, fue de corta duración cuando días después el Juez Daniel Rafecas cuestionó la evidencia y desestimó todos los cargos contra la presidenta.

Cristina Fernández de Kirchner parece haber recuperado la ofensiva política y en un tono apasionado defendió su investigación de la muerte de Nisman.

Frente a la Casa Rosada decenas de miles de argentinos se movilizaron en apoyo a la presidenta.

Video oficial presentado en el canal YouTube de la Casa Rosada.