La economía de EUA no se está recuperando después de todo, indican cifras gubernamentals que muestran que se crearon escasos 39,000 nuevos empleos en noviembre y que la tasa del desempleo aumentó al 9.8 porciento.

La noticia no es menos que un baldado de agua fría para los optimistas que esperaban que el país estuviera saliendo de la crisis. Dice Peter Goodman en el Huffington Post, “Muchos economistas venían esperando ver crecer el número de empleos en unos 150,000, producto de las discusiones recientes de que una recuperación verdadera y sostenible había comenzado finalmente, tras el descenso económico más inmisericorde desde la Gran Depresión”.

Pero la realidad es poco agradable y muy dura para 15 millones de estadounidenses oficialmente sin empleo.

El optimismo de los economistas, agrega Huffington Post, se basaba en los patrones de gastos de consumidores. Tanto las ventas del llamado “viernes negro”, que dio inicio a la temporada navideña, como los gastos exhuberantes de aquellos sectores que no han sufrido habían sido interpretados como señales de una recuperación.

La mayoría de segmentos de la población ha sido afectada por los aumentos en la tasa de desempleos, continúa. Entre los hombres en edad laboral aumentó al 10 porciento; entre los hispanos, al 13.2 porciento; entre los afroamericanos, al 16 porciento. Para estos últimos, dice, “la epidemia de desempleo les ha retirado décadas de logros constantes”.

Por si fuera poco, la situación puede empeorarse para unas cuatro millones de familias cuyos beneficios de desempleo terminarían en febrero al negarse el Congreso a apoyar una extensión. Según el Consejor de Asesores Económicos del presidente Obama, la suspensión de los beneficios de desempleo tendría como consecuencia la pérdida de otros 593,000 empleos, a la vez que demoraría la recuperación de la economía.

Artículo en inglés

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