Para Li-Wan, la vida no valía más la pena: su amado la había dejado por otra, justo antes del matrimonio.
A las pocas horas, decidió terminar sus días, vestida como la novia que nunca fue.
Llorando, se subió a un edificio de 25 metros de altura y se tiró por la ventana.
Pero tenía un ángel de la guarda, Guo Zhongfan, empleado del edificio que la agarró por el cuello.
Dice un testigo, “En el piso de abajo, la gente trataba de sostenerla mientas que él la fue subiendo, halando la falta del traje”.
Según Zhongfan, “Estaba muy triste al terminar su romance pero sabe que tiene una segunda oportunidad y debe aprovecharla al máximo”.
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