Informa Actualidad RT. Quinientas argentinas, e igual número de venezolanas se querellarán en Francia por homicidio y daños involuntarios contra la empresa francesa Poly Implant Prothèse (PIP), que fabricó implantes mamarios defectuosos.
Las víctimas de estos implantes, rellenos de un gel industrial no homologado, en lugar de la silicona que se suponía llevaban, presentarán su queja en el examen que la Policía francesa lleva a cabo respecto a PIP y su fundador, Jean-Claude Mas, que se enfrenta a dos investigaciones judiciales por fraude.
En busca de justicia
Las afectadas esperan ser compensadas con indemnizaciones al término del proceso judicial abierto en Marsella, al sur de Francia. Su abogada, Arie Alimi, confesó que esperaba que otras víctimas latinoamericanas, especialmente colombianas y brasileñas, se sumen a los pasos dados por sus clientas.
La alerta por los implantes de senos de PIP estalló en Francia, donde las autoridades sanitarias anunciaron el pasado mes de diciembre que mujeres con dichos implantes declararon tener cáncer.
Enseguida la preocupación por los implantes mamarios fabricados por la empresa francesa cundió en América Latina. Así, en Venezuela, donde cada año se realizan unas 40.000 mamoplastias de aumento de busto, unas 200 mujeres con implantes pidieron justicia. Entonces el Gobierno anunció que retirará los implantes sin costo para las mujeres que lo soliciten, pero aclaró que “las prótesis no serán reemplazadas”.
Responsabilidad asumida
El mismo Jean-Claude Mas reconoció a la Policía que era consciente de que utilizó un gel de silicona no homologado, derivado de una fórmula propia y disimulado ante el organismo certificador para ahorrarse dinero.
Se estima que en total las vidas de entre 400,000 y 500,000 mujeres en todo el mundo están en riesgo por culpa de las prótesis mamarias defectuosas, fabricadas por esta empresa francesa.