Al ver que, tras 18 años de un matrimonio que según los vecinos parecía ideal, su esposa le pidió el divorcio, la reacción de Andrew Castle de Inglaterra fue asesinarla.
Optó por electrocutarla en una silla eléctrica casera que él mismo construyó.
Informa The Telegraph que Castle conectó una silla de metal a un cable eléctrico en el garaje. Convenció a su mujer de que fuera a su casa para discutir el asunto; una vez sentada tenía planeado noquearla con un mazo y encender la corriente.
Pero ella no se dejó y peleó, escapando por una puerta lateral con lesiones mínimas en la cabeza causadas por varios golpes que no alcanzaron a privarla
Según The Telegraph la pareja siguió peleando afuera de su residencia hasta que un vecino intervino.
Luego, las autoridades encontraron a Castle en su jardín de atrás, donde había intentado cortarse las venas. Cumple una sentencia de 10 años por intento de asesinato.
Los vecinos dijeron que parecían una pareja contenta, viajando juntos con frecuencia.
