Diez años del Katrinazo. Esta semana, EUA conmemoró 10 años de Katrina, el asesino Huracán de categoría 5 que golpeó el Golfo de México, causando por lo menos 1833 muertes, la destrucción de más de 300,000 viviendas, el desplazamiento humano más grande en la historia del país desde la Gran Depresión y pérdidas materiales por unos US$150 mil millones.
El presidente Obama pronunció un discurso en el centro comunitario Andrew P. Sánchez en el Lower Ninth Ward (área que quedó sumergida totalmente), donde reconoció la tenacidad de los habitantes de una ciudad cuyo gobierno les había fallado.
George W. Bush, presidente de EUA en el momento del Katrinazo, también visitó la ciudad, hablando sobre la reforma escolar, y elogiando la “compasión de la nación donde vivimos”. No mencionó, sin embargo, que si bien no hay fuerza humana que pudiera controlar el huracán mismo, la demora en responder de su administración, la falta de interés del presidente, empeoró una mala situación, en un momento en que cadáveres flotaban por las calles.
No dijo absolutamente nada sobre, como si el silencio bastara para olvidar.
Por otro lado, otra voz del pasado causante del otro garrafal desastre de la administración Bush, ha comenzado a hablar nuevamente sobre un tema candente.
Lo peor de todo es que los medios le dan tribuna y micrófono.
Se trata de Dick Cheney, vice presidente del 2000 al 2008 y uno de un puñado de arquitectos de la invasión a Irak en 2003 que sido causante en gran parte del desastre que se vive en la región. Cheney denunció el tratado que la administración Obama ha negociado con Irán y que está bajo discusión en el congreso.
Nadie le ha cuestionado sus credenciales para opinar sobre el tema.
También esta semana se vio con lujo de detalles el trágico efecto de la falta de regulación en la compra de armas cuando un antiguo empleado de una estación de TV grabó el asesinato de dos periodistas, para luego difundirlo por las redes sociales, antes de cometer suicidio.
Igual que en Katrina, en el caso de Virginia, el gobierno falló en su misión de proteger a los ciudadanos.
Pero pocos se atreven a decir algo al respecto.
En el campo electoral, Trump (con su mensaje alevoso y racista) sigue encabezando el pelotón republicano, Jeb Bush ha perdido tres importantes cuadros en su equipo; el socialista Bernie Sanders sigue atrayendo atención y circula una mezcla de rumores de que el actual vicepresidente Joe Biden está por postularse, lo cual de suceder para la la campaña de Hillary Clinton podría ser su propio Katrinazo.
Otra semana que pasó en EUA.
Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY,
Agosto 30, 2015
Source:LiveScience