El movimiento Occupy Wall Street enfrenta dificultades económicas que han requerido una congelación de gastos no esenciales para así seguir financiando las funciones claves del grupo, como pagar las fianzas con que sacan manifestantes de la cárcel, escribe Aidan Gardiner en el New York Times.
Desde que fueron expulsados del parque Zuccotti en Noviembre, la visibilidad del grupo se ha visto afectada, y con ello las contribuciones por parte de simpatizantes, dice.
Este mes, agrega, se han recaudado US$28,000; en los primeros 17 días de octubre recibieron US$300,000 en donaciones.
Agrega el Times que desde el 17 de septiembre, el grupo ha recaudado US$700,00 y ahora tiene en caja unos US$300,000, dinero con que ayudaba a financiar los otros esfuerzos de Occupy por el resto del país.
Ahora han suspendido una contribución de US$20,000 a Occupy Oakland, dice.
Tiene una reserva de US$100,000 para las fianzas, dice.
Las dificultades financieras se deben en gran parte a la juventud del grupo, que en semanas adquirió una proyección nacional sin precedente en la historia del país.
Ello impidió que existiera cualquier tipo de planificación previa, dice.
Los activistas esperan que con la llegada de la primavera aumentarán las donaciones, agrega el Times.
Un miembro del comité de finanzas del grupo no parece estar preocupado. “Somos un movimiento muy creativo. Hemos hecho mucho con mucho y mucho con poco”.
Algunos del grupo quisiera seguir ayudando al movimiento nacional, apunta.
Respecto al dinero, señala el Times que es un tema polémico para los jóvenes activistas. Unos lo ven como necesario para que el movimiento florezca, mientras que otros quisieran rechazarlo en su totalidad.
De todas maneras, apunta, el comité financiero de Occupy Wall Street ha estado entrevistando contables.