Ninguna otra pieza musical ha sido interpretada, arreglada o grabada con tanta frecuencia como “La Paloma”. En matrimonios y entierros. En marchas de protesta. En el mar. De Richard Tauber a Pavarotti, de Elvis Presley a Dean Martin, de Mariachi a Sinti — La Paloma se ha interpretado de mil maneras por 150 años, completándose con letra diferente, alterándose el ritmo, agregándose instrumentos. Pero el alma, la melodía, han mantenido su integridad. Creada en 1860 como una Habanera cubana, por el compositor Sebastián Iradier, es una canción de amor, que tomó alas y ha viajado e inspirado al mundo.
Captura esa riqueza el documental “La Paloma, the melody of longing” (La melodía de la nostalgia) que se presentará en LinkTV a fines de abril. Ilustra las diversas faces de La Paloma en España, Cuba, México, Hawaii, Alemania, Rumanía, Zanzibar. Los músicos comparten sus historias, mientras que sus imágenes nos traen sus vidas, siendo a la vez un homenaje a la música producida a mano, forma de arte atacada por la tecnología digital.
Presenta en total trozos de 25 versiones de La Paloma. Son 150 años llegando al alma.
