Donald Trump avanza en sus intentos por erradicar el legado de su predecesor Barack Obama con dos medidas que debilitarán la Ley de Salud Asequible, conocida como Obama Care.
Primero firmó una orden ejecutiva que facilita la compra por parte de pequeñas empresas de planes de salud en intercambios a nivel nacional, y no solo estatal. El presidente dice que ello reducirá los precios de las pólizas.
Sin embargo, como señala CNN, permitiría que “consumidores compren pólizas a corto plazo, que no necesitan regirse por las protecciones de Obamacare para las personas con condiciones pre existentes”. Con ello se retira una de las bases del seguro de salud que ha beneficiado a millones de estadounidenses.
Poco después de la firma televisada de la medida ejecutiva, informó el New York Times que la administración piensa eliminar los subsidios para el plan de salud, que cubren los gastos de bolsillo de las personas más necesitadas.
“Ambos golpes a la Ley de Salud Asequible podrían deshilvanar el principal logro doméstico de la presidencia de Barack Obama, disparando los costos de las primas, mientras que las compañías aseguradoras se marcharían de los mercados por internet de la ley de salud”.
Sin estos subsidios, que alcanzarían los US$9 mil millones el año entrante y casi US$100 mil millones en la próxima década, podrían ser la estocada de muerte al plan conocido como Obamacare.
Estas medidas se implementarán en los próximos meses.
Al mismo tiempo, el mundo espera el anuncio de Donald Trump sobre las sanciones hacia Irán, que desarmarían otro logro de la administración Obama — un acuerdo que impide el desarrollo de armas nucleares por parte de la república islámica. Trump lo ha llamado “el peor pacto en la historia de EUA”, y se presume que se negará a certificar que Irán se ha adherido al plan.
Otra medida histórica de la administración Obama, DACA, o el programa que protege de las deportaciones a los jóvenes que llegaron de niños sin documentos, enfrenta serios peligros desde que la administración lo suspendió, dando seis meses al Congreso de EUA para que resuelva la situación de estos jóvenes.