Trump la soledad del poderUnos dirían que Donald Trump está perdiendo los estribos. Otros que sufre de un mal existencial: la “soledad del poder”.

Sus ataques de ira son legendarios. Su desprecio por las reglas jamás visto en una presidencia moderna. Sus inesperados, léase erráticos, anuncios — sobre la confiscación de armas sin pasar por el proceso legal, y la imposición de tarifas — le han creado conflictos con sus aliados republicanos.

Ahora está perdiendo uno por uno con una velocidad creciente al equipo que le acompañó tras la inesperada victoria — ¡ya van 19!

El miércoles perdió a Hope Hicks, la joven directora de comunicaciones de la Casa Blanca, quien le acompañó desde el primer día y quien acababa de ser interrogada vigorosamente por un comité de inteligencia de la Cámara.

La ex modelo, de quien se ha dicho que todo lo ha visto desde el primer día de la campaña, enfrenta sus propios problemas legales con la investigación sobre Rusia. Aunque el paso siguiente bien puede ser un contrato millonario por sus memorias.

Fue la quinta persona en ocupar ese cargo.

El jueves se habló de la renuncia próxima de la renuncia de H.R. McMaster, asesor de Seguridad Nacional del Presidente, quien el año pasado reemplazó a Michael Flynn, despedido por mentir sobre sus vínculos con Rusia, Turquía y otras naciones.

El anuncio de la imposición de aranceles podría causar el retiro de Gary Cohn, asesor económico de la presidencia y proponente del libre comercio.

Y en medio de todo esto, con los sabuesos del fiscal independiente Robert Mueller rastreando desde hace un año sobre Rusia, produciendo imputaciones de varios de los hombres que pusieron a Trump en la Casa Blanca (entre ellos Paul Manafort director de la campaña el verano 2016), pintando un cuadro de corrupción, lavado de dinero, e incompetencia total.

Súmele a la ecuación el asunto de qué hacer con Jared Kushner, su yerno quien no solo ha perdido sus credenciales de seguridad sino que ha estado en los titulares por préstamos posiblemente ilícitos. Y su hija Ivanka que tiene sus propios problemas, y muchos enemigos por su actitud de realeza en la Casa Blanca.

Sobre ello, informa el New York Times que el presidente ha comenzado a dirigir su ira contra su hija y su yerno, diciendo en privado que nunca deberían haber venido para servir en el ala oeste.

Asesores de la Casa Blanca dijeron al Times que a Trump le han enfurecido las tensiones entre Ivanka Trump y Jared Kushner y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly.

Por un lado, dice el periódico, Trump les ha dicho que permanezcan en la Casa Blanca. Pero en privado se ha quejado de que nunca deberían haberle acompañado a Washington y ha dicho que deberían marcharse. También le ha pedido a Kelly en privado que ayude a sacarlos, según el Times.

¿Y Melania? El Washington Post sigue investigando cómo logró ella, una joven modelo sin mucha experiencia ni grandes logros académicos, logró obtener una visa en 2001 conocida como la Visa Einstein, reservada para gente de grandes logros académicos, artísticos, sociales.