Al ver que la torre de control del aeropuerto Reagan en la capital de EUA no le respondía, el piloto del Boeing 737 de American Airlines con 97 personas se comunicó con otra torre de la región.

De ahí intentaron llamar por teléfono al controlador del tráfico aéreo. Nada.

Luego, según informa Associated Press, optaron por la “línea de los gritos”, que usa un autoparlante y se escucha ampliamente. Nada.

El contralor, agrega, se había quedado dormido. Era el único en la torre de control para el turno de la medianoche a las 6 am y, pues, no pudo controlar el sueño.

Afortunadamente, el vuelo de American y un Airbus de United que traía 67 personas desde Chicago, usaron torres de control regionales,  y los aterrizajes tuvieron finales felices.

El final del controlador dormilón no será tan feliz. Ha sido suspendido, dice la Associated Press. Peor aún, la noticia ha salido por todas partes y mucho indica que ahora tendrá en sus manos mucho tiempo. Para dormir siesta tras siesta.

Artículo en inglés

Foto cortesía de carbonnyc via flickr