En la Argentina, en una medida que se presentado como protectora de las madres, Cristina Fernández dispuso que ellas serán las únicas autorizadas a cobrar la asistencia que brinda el gobierno a las familias necesitadas.
Informa la Associated Press, que la medida significa un radical cambio en el del papel de la mujer en una sociedad patriarcal como la argentina.
La reconoce como cabeza de familia y potencia su capacidad para administrar los recursos del hogar mejor que los hombres, dice.
Esta es además la primera modificación sustancial en la asignación universal por hijo, un programa de transferencia monetaria condicionada que comenzó a aplicarse en 2009 bajo la gestión de Fernández y ayudó a miles a salir de la pobreza.
“Tenemos muchos reclamos, por parte de mujeres, que por allí el marido las abandona, se va, sigue cobrando. No estoy hablando en contra de los hombres, estoy hablando de las cosas que pasan en la vida, que quede claro.
“Entonces queremos que la que lo cobre sea la madre siempre, salvo que por decisión judicial quien tenga la tenencia de los chiquitos sea el padre. Esto es de absoluta justicia”, dijo la presidenta Fernández al anunciar la medida.
Según Nora Lustig, profesora de estudios latinoamericanos en Economía de la Universidad de Tulane (Nueva Orleáns, Estados Unidos) en el sentido que, “transferir los recursos a las mujeres es sabido que resulta en un mayor empoderamiento de las mujeres al interior del hogar y en el mejor uso de los recursos, por ejemplo en alimentos y vestimenta para sus hijos. Los hombres tienden a ser menos altruistas”.
En la actualidad 18 países de América Latina aplican programas de protección no contributivas que benefician a más de 25 millones de familias, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
“Las transferencias monetarias condicionadas son la innovación de política social más importante en los últimos 15 años, han permitido que millones de personas vivan un poquito mejor, son un elemento para redistribuir el ingreso y combatir la pobreza que el mercado no logra… Sin embargo deben ser complementadas con otras iniciativas para crear procesos transformadores y no crear culturas de dependencia”, concluyó Lustig.
Foto cortesía Fe Candia via flickr