La posibilidad de que Bernie Sanders gane la nominación del Partido Demócrata EUA está causando malestar estomacal entre el oficialismo del partido, que según indica Lisa Lerer en una nota del New York Times, está considerando maneras de frenar la nominación.
Una de estas opciones son los superdelegados, un concepto completamente antidemocrático. En pocas palabras, “Si el candidato o la candidata que gane más delegados en las elecciones primarias no recibe el beneplácito de la cúpula directiva del partido, entonces llegan los superdelegados y votan por quien cumpla ese criterio”.
Tal cual.
Es un espectáculo horrible que más parece al comercio de ganado — pero así funciona la democracia en EUA.
Eso mismo es lo que se está discutiendo en los círculos de poder del partido que dice representar los intereses de los pobres, las minorías, los trabajadores, las mujeres — que forman la mayor parte del país.
“Después de casi 100 entrevistas, puedo informar con confianza, queridos lectores, que en algunos sectores del Partido Demócrata, la ansiedad por las victorias populares del voto del senador Bernie Sanders en las primeras tres contiendas de nominaciones es real, y está en aumento.
“Estamos hablando de niveles de ansiedad que les pone a sudar las manos, suscribirse a App de meditación, a programar retiros de yoga.
“Un destacado demócrata calificó el “nivel de freakout” en 12, en una escala de uno a 10. En conversaciones privadas, los miembros del Congreso usaron palabras como “desastre” y dijeron que Sanders había “secuestrado al partido”. Un legislador describió la mentalidad como “modo de depresión”. (Muchas de estas personas también lanzaron algunos improperios)”.
Según la nota del New York Times, gran parte de la preocupación de estos funcionarios se basa en el temor de que Sanders encabezando la lista del partido podría costar escaños a los demócratas en contiendas competitivas para la Cámara y el Senado, particularmente en estados como Arizona y Ohio, donde algunos temen que su plataforma liberal pueda alienar votantes suburbanos más moderados, que ayudaron a los demócratas a recuperar la Cámara en 2018.
Sanders y sus partidarios lo disputan y aseguran que lo que están haciendo es generar entusiasamo, con el gran poder de convocatoria de la campaña.
Sobre la importancia de los superdelegados. Para llegar a la convención demócrata con la nominación sellada, se requieren 1,991 de 3,979 delegados que se otorgan según diversas fórmulas en las elecciones primarias estatales.
Pero si nadie alcanza los 1,991 delegados comprometidos, tiene lugar una segunda votación en la convención nacional. Entonces los superdelegados entran en juego. En este segundo voto, todos los 3,979 delegados comprometidos más los 771 superdelegados tienen plena libertad de votar por cualquier candidato que elijan.
Ahí es donde comienza a sentirse la presión para ajustarse a la línea oficial.
Esta historia no ha terminado de escribirse.
