El consejo de Thomas Shahan a los fotógrafos aficionados que, inspirados por el maravilloso trabajo, quieren comenzar a tomar fotos como las suyas es simple: despreocúpese del equipo y salga a buscar insectos y a trabajar.
Dice que usa una Pentax K200D con un lente de 28mm o 50mm revertido al final de los tubos de extensión. En el caso de que encuentre un sujeto que coopere, saca los fuelles de macro para las imágenes más ampliadas, dice.
Los insectos nunca se quedan quietos, advierte. “La gran mayoría de artrópodos que intento capturar desaparecen antes de permitirme tomar una sola foto. La clave del éxito en la fotografía macro es comprender el comportamiento de los diversos artrópodos y disparar una enorme cantidad de fotos. Muchas, dice.
Señala que jamás le haría daño a uno de sus sujetos para poder tomar una buena foto. “Al comienzo de mis experimentos con la fotografía en macro, puse unos cuantos insectos en el refrigerador buscando quitarles rapidez, pero después de que un par de ellos se me murieron, no lo he vuelto a hacer”.
Asegura que, a menos que indique lo contrario, todos los sujetos de las fotografías están vivitos y coleando.
Todavía Thomas Shahan no vende sus imágenes, aunque le gustaría comenzar a hacerlo pronto. (También quisiera publicar un libro, o sea que si le interesa, visite su página).
