Según informa Ashley Power en Los Angeles Times, David Viens intentó suicidarse saltando de un barranco de 80 pies y quedó tan malherido que tiene que asistir en silla de ruedas a su juicio por el asesinato de su esposa.
Viens, dice LATimes, había intentado suicidarse al darse cuenta que era el principal sospechoso por la desaparición y presunto asesinato de su esposa Dawn.
Fue entonces que confesó.
Viens dijo a las autoridades que la noche del 18 de octubre del 2009, “Por alguna razón me volví violento”.
Le amarró manos y pies y tapó la boca con cinta.
A la mañana siguiente estaba muerta, dijo.
Colocó el cadáver — al cual le había amarrado pesas para que permaneciera sumergido — en un barril de 55 galones con agua hirviendo.
“Lo cocí a cocción lenta y terminó cociendo durante cuatro días”, dijo Viens, quien era el chef de un restaurante.
Fuera del cráneo, que dice haber escondido en casa de su madre pero no lo han encontrado las autoridades, poco quedó del cadáver.
Se deshizo de los restos con la basura.
Viens había confesado anteriormente a su hija y ex novia, quienes colaboran con la fiscalía.
Foto pantallazo via LA Times
