Juan ColeEUA no puede usar las palabras “ayuda humanitaria” después de todo lo que ha hecho a Irak en lo que va de este siglo, dice el columnista y experto en asuntos del medio oriente Juan Cole. 

“La invasión estadounidense de Irak en 2003 y la posterior ocupación militar durante 8 años de ese país causaron el desplazamiento de más de un millón de iraquíes al extranjero, especialmente a Siria y Jordania, pero algunos de ellos llegaron a Suecia e incluso a EUA”.

Otros cuatro millones fueron desplazados sujetos a una “limpieza étnica”, contra los sunitas que en Bagdad redujo la población sunita del 45% al 15%, señala.

“El empuje del ‘Estado islámico’ a la capital en colaboración con otros árabes sunitas es un intento de recuperar lo que les fue arrebatado por la administración Bush”.

Sin contar el incremento en la taza de mortandad en Irak que siguió la invasión de EUA en 2003, se calcula que por lo menos 300,000 personas perdieron la vida durante la invasión.

“Lo típico es que por cada muerto, el número de heridos en la guerra sea el triple, lo que sería casi un millón de muertos. La mayoría de los 300,000 fueron hombres, muchos con familias, en una nación sin pólizas de seguro. Ello dejaría unas 300,000 víctimas y probablemente 1.5 millones de huérfanos”.

Las palabras “misión humanitaria” suenan bien en la prensa, dice. Pero es equivalente a si “EUA ofreciera comidas preparadas a las víctimas de las bombas nucleares en Hiroshima y Nagazaki”.

Artículo en inglés