El Jin Ping Mei, o El ciruelo en el Vaso de Oro, un clásico de la literatura erótica de la dinastía Ming, prohibido desde el siglo 17 y sin embargo una de las obras favoritas en China, se estrenó en Hong Kong este viernes en una producción de la famosa coreógrafa y ex bailarina Wang Yuanyan con el Beijing Dance Theatre, escribe Malcolm Moore en The Telegraph.

El público llenó a capacidad el teatro y la obra ha recibido extensas reseñas en la prensa internacional por tratarse de un espectáculo de alto contenido sexual en un país puritano como China. Por este motivo, explica Wang Yuanyuan a The Telegraph, el ballet no irá al resto del país.

“No hemos pedido permiso para presentarlo en el territorio continental chino por una simple razón: no me gusta perseguir los problemas. De todas maneras, el 80 por ciento de nuestros espectáculos se presenta en el exterior. Como no dependemos en el patrocinio del gobierno, no nos vemos limitados”.

Wang Yuanyuan fue bailarina principal en el Ballet Nacional de China y, después, responsable por la coreografía de la ceremonia apertura de las Olimpiadas de Beijin en el 2009. Su trabajo también se presentó en las celebraciones con motivo del traspaso de Hong Kong a la China en 1997. Se le considera una de las “tres reinas” de la danza en esa nación.

Según The Telegraph, el primer traductor al inglés de El ciruelo en el vaso de oro sintío tanta vergüenza con las escenas sexuales (unas 70) que prefirió traducirlas al latín.

Pero no es pornografía, afirma Wang Yuanyuan: “Es arte: la audiencia no verá un striptease ni desnudez, pero todo lo hemos traducido al lenguaje de la danza. Esta obra es diferente porque no es una historia de amor: trata de la pasión y la ambición, complots, esquemas y deseos”.

Uno de los problemas que ha tenido que superar la producción, agrega la coreógrafa, es la timidez de los actores, jóvenes de 18 a 28 años sin mucha experiencia, para quienes las escenas sexuales han sido difíciles de representar.

Artículo en inglés

Foto Beijing Dance Theatre