Por Agustín Durán, LATINO CALIFORNIA –– Decenas de personas, en su mayoría mujeres latinas, salieron el fin de semana a caminar y correr por la paz en Compton, una ciudad que tuvo 7,553 incidentes criminales en el 2010, casi 3,000 más que Carson, comunidad vecina con similar cantidad de residentes.
A pesar del alto índice de violencia comparado con otras ciudades, las últimas estadísticas del Sheriff indican que los homicidios en Compton siguen bajando ya que en el 2010 se reportaron 25, comparado con 41 en el 2009.
Sin embargo, los padres y madres de familia, hermanos, hijos y activistas religiosas y comunitarias no sólo protestaban el sábado por la violencia, sino por las largas sentencias que en los últimos años se han dado a miles de jóvenes, en muchos casos por delitos considerados no violentos.
Según un informe de la Comisión de Sentencias Estadounidenses (USSC, por sus siglas en inglés), dado a conocer el año pasado, de las 60 mil condenas federales dictadas entre octubre de 2010 y julio de 2011 más de la mitad correspondieron a reos latinos, grupo que forma sólo el 16% de la población a nivel nacional.
En el corredor de pista de bicicleta que cruza la ciudad no era raro encontrar espacios libres llenos de grafito. Foto de Agustín Durán/Latinocalifornia
Algunos expertos indican que uno de los motivos fue el endurecimiento de las leyes criminales y migratorias que han impactado más a la comunidad latina ya que actualmente un coyote y un inmigrante tendrán diferentes condenas, pero el delito es considerado como ofensa grave en ambos casos.
Pablo Arroyo, uno de los organizadores de la caminata, indicó que él conoce a muchas personas, vecinos y algunos familiares que están siendo acusados por delitos que no cometieron, o recibiendo sentencias de por vida por situaciones no violentas.
Uno de los casos que hizo a los manifestantes salir a protestar fue el caso de la señora Raquel Espinoza, residente de Compton desde el 2002, quien dijo que su hijo de 16 años y ella fueron golpeados por la policía escolar del Distrito de Compton sin justificación y ahora le preocupa que su hijo sea encontrado culpable de asalto a un policía, situación que afectaría su vida en un futuro.
Una maestra que prefirió no ser identificada, pero que apoyaba el movimiento subrayó que uno de los factores que ayuda a los jóvenes a meterse en problemas es la falta de supervisión de los padres, su falta de involucramiento en las escuelas y en la vida de sus hijos.
“Hay violencia, entre las mismas pandillas latinas y también entre las afroamericanas, pero si no guiamos a nuestros hijos nosotros como padres, está situación difícilmente cambiará”, expresó la profesora, quien dijo que ella nunca dejó caminar solos a sus hijos por las calles de la ciudad.
Para Yolanda López uno de los problemas generadores de la violencia es la mala educación en las escuelas y la falta de oportunidades e interés de los líderes administrativos y de educación en la comunidad latina.
López subrayó que los actuales concejales no han mostrado interés en conocer y querer hacer algo por la comunidad latina que ahora es mayoría y debido a la falta de programas o apoyo a la comunidad, los padres no tienen alternativas para sus hijos.
Actualmente los cinco concejales de la ciudad son de origen afroamericano y representan a 97 mil residentes de los cuales el 65% son de origen latino; de igual forma en el Distrito Escolar de Compton, ninguno de los ocho directores de la junta son de origen hispano cuando cerca del 78% de estudiantes en las escuelas tienen como primer lengua el español en sus hogares.
Juana Gutiérrez fue una de las participantes últimas en llegar a la meta de la caminata de cinco kilómetros .Al igual que el resto de los participantes, cruzó por calles con basura, por lo menos dos altares de personas asesinadas, aceras donde los perros pitbull ladran a su paso y donde el grafito de las pandillas tapiza las paredes, letreros y hasta algunos autos o camiones.
La residente indicó que a ella le balacearon a su hijo hace unos años y “gracias a Dios no me lo mataron”.Agregó que recientemente los pandilleros pintaron las paredes de todos los departamentos donde vive con el objetivo de intimidarlos.
“Latinos o afroamericanos, el problema de las pandillas es con ambos grupos”, indicó.
De acuerdo al blog streetgangs.com., en Compton existen más de cincuenta pandillas afroamericanas y latinas.
Margarita Flores, directora de la Vida Parroquial de la iglesia Del Sagrado Corazón y una de las organizadoras del evento, subrayó también que la desconexión entre los líderes tanto administrativos como educativos con la comunidad latina, es muy obvia y ha contribuido a la falta de opciones para las familias y en consecuencia la generación de más violencia en las calles.
Sin embargo, lejos de enfocarse en lo que no se ha hecho, Flores inició un movimiento junto con las organizaciones Padres Unidos por un Nuevo Compton y la Coalición Justicia Social en Compton para hacerle honor a un lema de la ciudad e iniciar el renacimiento de la misma con el envolvimiento de toda la comunidad en general.
“Esta marcha es una llamada de atención para toda la comunidad, debemos de solidarizarnos para buscar opciones para los jóvenes de lo contrario no podremos hacerlo solos”, indicó la también activista, quien antes de iniciar la caminata, lleno de recomendaciones de seguridad a las familias participantes.
En la caminata, una representante de la recién elegida concejal Janna Zurita estuvo presente. Latinocalifornia trató de hablar a la funcionaria, pero al cierre de la edición todavía no contestaba la llamada.
El movimiento que convocó a la Caminata por la paz la semana pasada involucra a cuatro iglesias católicas: St. Helen Church en South Gate, St. Emydius Church en Lynwood, St. Lawrence of Brindisi Church y Sacred Heart Church in Compton.
A pesar que U.S. News & World Report no tiene a la ciudad de Compton dentro de las 11 ciudades más peligrosas en Estados Unidos, el reporte anual del FBI la colocó en el 2010 en el lugar número octavo, dentro de las ciudades más peligrosas en la nación.
