Costo económico para el estado de ley racista, ElMolinoonline.comNo han pasado muchos meses desde que se implementó la ley HB56, pero ya comienzan a sentirse los efectos económicos en Alabama de la draconiana ley contra inmigrantes, de la cual no hace mucho hacían alarde.

Sus partidarios la llamaron la “ley de inmigración más estricta del país”.

Hoy, 28 de noviembre del 2011, el New York Times discute, en un editorial titulado “El costo de la intolerancia”, el devastador efecto económico de una ley que ha causado repugnancia entre la gente decente del mundo entero.

“Los agricultores pueden sumar los costos de los cultivos que se pudren cuando huye la mano de obra. Los gobiernos pueden calcular la pérdida de ingresos cuando los contribuyentes se marchan”, dice.

“Es más difícil medir el precio de una reputación empresarial en ruinas, o el valor de la pérdida de inversiones o de la productividad perdida mientras los ciudadanos de Alabama hacen fila durante horas para demostrar su ciudadanía en cualquier transacción con el gobierno […]

“Un número creciente de Alabama consideran que este precio es demasiado alto, y hay pruebas convincentes de que tienen razón.

‘La reputación de crear un ambiente favorable a los negocios fue golpeada seriamente con la detención en Tuscaloosa de un gerente de la Mercedes, que fue sorprendido conduciendo sin su licencia y llevado a la cárcel como un potencial inmigrante ilegal.

“Sheldon Day, el alcalde de Thomasville, fue citado por The Press-Register en Mobile, diciendo que las indagaciones [de empresas extranjeras] sobre posibles negocios se habían secado cuando la ley fue aprobada. ‘Sé que están utilizando el tema de la inmigración contra nosotros'”.

“Los inmigrantes indocumentados representan alrededor del 4,2 por ciento de la fuerza laboral de Alabama o 95,000 personas en un estado de 4,8 millones de personas. No obstante lo que se ha dicho sobre despejar el camino para los estadounidenses desempleados, no hay evidencia de que en Alabama en número significativo de ciudadanos se apresuren a llenar el vacío dejado por los trabajadores agrícolas que faltan y otros trabajadores de bajos salarios como los inmigrantes.

“El efecto de la ley es particularmente desgarrador en las ciudades pobres a través del estado, donde las pequeñas empresas son la savia de la economía. Hemos hablado con comerciantes y dueños de restaurantes latinos en lugares como Albertville que dicen que los negocios han caído catastróficamente, con los clientes yéndose a la clandestinidad o huyendo […]

“No debe haber ninguna duda sobre la repugnancia moral de la ley de Alabama, que trata de negar a las familias trabajadoras los medios para vivir. Pero incluso algunos de los más entusiastas defensores de la ley están comenzando a reconocer su alto costo económico. Se escucha cada vez más sobre revisar o derogarla. Mientras más pronto lo haga Alabama mejor — así aprenderán otros estados”.

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Foto cortesía longislandwins via flickr