Con el comienzo de la especulación sobre el lanzamiento del iPhone 5 como telón de fondo, Charles Duhigg y David Barboza examinan en The New York Times las condiciones a menudo brutales que permiten a Apple producir en fábricas chinas rápidamente los costosos y lucrativos dispositivos.
Apple es una de las compañías más poderosas, exitosas y ricas del mundo, en gran parte por su globalización de la manufactura, dice el Times.
Agregan que Apple, y otros compañía de alta tecnología y docenas de industrias estadounidenses han logrado un ritmo de innovación casi sin precedente en la historia de moderna.
Todo ello bajo condiciones laborales que no serían toleradas en EUA, apuntan.
Escriben que auditorías de la propia compañía Apple han encontrado que cientos de sus fábricas de suministro en China exigen que sus empleados — algunos de escasos 15 años — trabajen más de 60 horas a la semana, o más de seis días a la semana. A veces las condiciones son, dicen, como la explosión en mayo del 2011 en Chengdu que le costó la vida a dos trabajadores.
Sin embargo, menos de 15 proveedores de la Apple han sido despedidos por condiciones infrahumanas desde el 2007, han dicho al Times antiguos ejecutivos de Apple.
“Se puede fabricar en cómodas fábricas, favorables a los trabajadores , o se puede reinventar el producto cada año, y hacerlo mejor, más rápido y más barato, lo que requiere fábricas que parecen duras para los estándares estadounidenses”, dijo un ejecutivo de Apple. “Y por ahora, los clientes se preocupan más por un nuevo iPhone que por las condiciones de trabajo en China”.
Hace unos días, la Apple reportó haber tenido uno de los trimestres más lucrativos en la historia de cualquier compañía, con ganancias de US$13.06 mil millones y ventas de US$46.3 mil millones, dicen.
