En las prisiones de EUA se vive un resurgimiento religioso, indica una encuesta de los capellanes de prisiones en los 50 estados de EUA, conducida por el Foro Pew Research Center sobre Religión y Vida Pública, publicado en una infográfica de LiveScience.
Según la encuesta, el extremismo religioso es común entre los musulmanes (Nation of Islam y Moorish Science Temple of America) y los paganos y supremacistas blancos que practican el Odinismo y Wicca.
Las actividades religiosas incluyen esfuerzos de proselitismo por parte de internos o de convencer a otros internos a cambiar de religión, indica la encuesta.
Más de siete de cada diez capellanes encuestados dijo que los esfuerzos de los reclusos para convertir a otros son muy o bastante comunes.
Alrededor de tres cuartas partes de ellos informó que los cambios de religión son frecuentes, señalando que las religiones de mayor crecimiento son Islam y el protestantismo cristiano.
Además, los capellanes, dijeron que la consejería religiosa y otras actividades basadas en la religión juegan un papel importante en la rehabilitación de los presos. Más de siete de cada diez capellanes (73 por ciento) dijo que consideran que el acceso a los programas de alta calidad relacionados con la religión son “absolutamente críticos” para lograr una rehabilitación exitosa y efectuar el regreso a la sociedad, mientras que un 23 por ciento dijo que este tipo de programas son muy importantes, aunque no críticos.
Los investigadores dicen que su encuesta de Pew ofrece una rara ventana hacia la vida religiosa de los internos, sobre lo cual hay poca información disponible al público. Aproximadamente 1.6 millones de presos residen en el sistema carcelario de EUA, con la gran mayoría (87 por ciento) bajo la jurisdicción de las autoridades correccionales estatales.
La encuesta fue realizada entre el 21 de septiembre y 23 de diciembre del 2011, con las respuestas de 730 capellanes profesionales y coordinadores de servicios religiosos que trabajan en las prisiones estatales (ambos títulos se utilizan en las prisiones estatales).
Source:LiveScience
