“No se equivoquen: Esto es algo muy pero muy grave. Este es la primera vez que es derribado un avión civil en este conflicto y, si fueron los rebeldes los que lo han tumbado, pueden venirse todo tipo de cosas feas”, escribe en Julia Ioffe en New Republic señalando que ahora todo el mundo está involucrado.
Ha cambiado las reglas del juego. “Lo que parecía ser el congelamiento de un conflicto local ahora ha entrado a una nueva fase, que amenaza directamente la seguridad europea. Cabe recordar que el avión partió desde Amsterdam”.
Aún así, sugiere Ioffe, no obstante las posibles ramificaciones, también existuna posibilidad de que las cosas no cambien mucho en Ucrania. “Incluso si EUA otorga a Ucrania ayuda militar letal, ello de ninguna manera garantiza que el ejército de Kiev será capaz de aplastar a los separatistas, especialmente sin que tenga lugar una sangrienta guerra en los centros urbanos. El avión cayó, agravó la situación, ¿pero en realidad qué pueden hacer Moscú o el Occidente al respecto?”
