Desgaste psicológico de TrumpGabriel Sherman de Vanity Fair informa sobre el estado mental de Donald Trump desde que comenzó el juicio de Paul Manafort, ex presidente de la campaña Trump 2016, y quien enfrenta dos juicios por lavado de dinero, falsificación de documentos, evasión de impuestos y conspiración contra el gobierno de EUA. Manafort lleva ya un mes detenido sin derecho a fianza. Cual sea el resultado de este juicio en un tribunal de Alexandria, Virginia, Manafort volverá a otro juicio, éste en la capital estadounidense. Los medios siguen intensamente el desarrollo del juicio, que en sus primeros días ha enfocado en los faraónicos lujos del estratega republicano. Traducimos.

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In the Trump West Wing, new external pressure inevitably brings the buildup of internal heat, followed by its release, often most visibly in a series of tweets. The start of Paul Manafort’s federal trial this week has triggered Trump’s hottest blast yet, and has renewed the possibility that Trump will fire Deputy Attorney General Rod Rosenstein. “This is a terrible situation and Attorney General Jeff Sessions should stop this Rigged Witch Hunt right now, before it continues to stain our country any further,” Donald Trump tweeted yesterday. “Bob Mueller is totally conflicted, and his 17 Angry Democrats that are doing his dirty work are a disgrace to USA!”

En el West Wing de Trump, la nueva presión externa inevitablemente resultan en la acumulación de calor interno, seguida de un lanzamiento, a menudo siendo la forma más visible una serie de mensajes por Twitter. El inicio del juicio federal de Paul Manafort esta semana ha desencadenado la explosión más reciente de Trump y ha renovado la posibilidad de que Trump despida al Vice Fiscal General Rod Rosenstein. “Esta es una situación terrible y el Fiscal General Jeff Sessions debería detener esta Cacería de Brujas Corrupta ahora mismo, antes de que siga manchando a nuestro país”, escribió ayer Donald Trump por Twitter. “Bob Mueller está repleto de conflictos, ¡y sus 17 Demócratas enojados que están haciendo su trabajo sucio son una desgracia para EUA!”

Ya sea por confianza, bravuconería o delusión, Trump iracundo está transmitiendo a asesores dentro y fuera de la Casa Blanca que el juicio de Manafort demuestra que Mueller no tiene nada contra él y su familia, porque el juicio de Manafort no involucra a Rusia ni a la campaña de 2016. “El juicio de Manafort lo está volviendo loco”, me dijo un republicano en contacto frecuente con el presidente. Otro republicano me dijo que Trump piensa que “lo único que demuestra el juicio es que Manafort es una porquería”.

Las fuentes dicen que Trump toma cada vez más a su cargo sus defensas legales, corriendo los riesgos que ello significa. El mensaje por Twitter sobre Sessions cruzó una línea en lo que muchos interpretaron como una obstrucción absoluta de la justicia. Trump también argumenta que quiere sentarse a una entrevista con Mueller, en contra de los consejos de sus abogados, informó The New York Times. Esto se debe en parte a la frustración de Trump con la incapacidad de su equipo legal para finalizar la investigación de Mueller. Como informé esta semana, Trump está furioso con su abogado Rudy Giuliani por dar una errátic serie de entrevistas televisivas que parecían revelar que había tenido lugar una reunión estratégica previamente desconocida en Trump Tower, la cual tuvo lugar días antes de la notoria runiión de Don Jr. con una abogada rusa que perseguía buscar “porquerías” de Hillary Clinton. Trump también está descontento con el abogado de la Casa Blanca, Don McGahn, quien en el pasado impidió el intento de Trump de despedir a Mueller.

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Dentro de la Casa Blanca, los asesores del ala oeste temen que Trump se desplace hacia el desastre con pocas barandas. Un prominente republicano cercano a la Casa Blanca me dijo que el Jefe de Estado Mayor John Kelly tomó la decisión de permanecer más allá de su marca de un año, en parte, para estar presente en caso de que Trump tome una decisión calamitosa. “Kelly sabe que él es el último baluarte contra la locura en esa Casa Blanca”, dijo el republicano.

Artículo completo en inglés en Vanity Fair