Los Ángeles, Ca., LATINO CALIFORNIA — Generalmente la gente llega al cementerio Rose Hills en Whittier a recordar a sus seres queridos, les platican, les lloran y llevan flores a su tumba, pero el día de ayer (domingo), no sólo los recordaron, sino que lejos de llorar, celebraron la vida de los que se adelantaron durante el tercer festival cultural del Día de Muertos.

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Fue todo un día de fiesta donde miles de personas disfrutaron de los tradicionales altares, música de mariachi,  bailes folklóricos y se pintaron la cara de calavera, todo para recordar, preservar y hacer crecer  una de las tradiciones latinas más populares en Los Ángeles.

María Torres, originaria de Zacatecas, cuando vivía en México, el Día de Muertos  iba a la iglesia con toda la familia y después al panteón a visitar a sus seres queridos. Hoy vive en Pico Rivera y, desde hace 3 años, llega a Rose Hills a celebrar la tradición que la hace recordar a las personas que más influyeron en su vida.

“Me encanta porque puedes venir a ver a tus difuntos, pero al mismo tiempo, disfrutas de las festividades y en lugar de llorar, sonríes  y los recuerdas con cariño”, expresa la señora que lleva tres años participando en una de las celebraciones más importantes del cementerio.

Esther Benítez dijo no conocer la tradición porque su madre era estadounidense y nunca la celebraba.

“No tuve oportunidad de conocer este tipo de celebración antes, pero hasta ahora lo que he visto me ha parecido muy interesante porque  se celebra, pero con el debido respeto a los seres que se han marchado, pero al mismo tiempo se disfruta”,  expresó la residente de Monterey Park.

Ivonne Márquez es una de las asistentes que por tres años ha participado en la celebración del Día de Muertos en Rose Hills pero, además, prepara su altar donde honra a toda su familia. Incluso, ganó el primer lugar en el 2010.

“Esta es mi reunión familiar”, expresó. “Aquí tengo a mis bisabuelos, mis abuelos y mis padres”.

Márquez subrayó que era muy importante para ella ver como la comunidad latina revivía sus tradiciones y un evento que es tomado por muchos con tristeza, lo convertía en todo un evento de celebración.

“Esto es parte de nosotros, y es parte de lo que somos como latinos”, expresó Márquez, quien cada año viaja desde Lakewood para ser parte del festival.

Una de las familias que llevaban su espíritu de la tradición a todas luces y muchas de las personas los detenía para tomarse fotos con ellos, fue la familia Hurtado que viajaron desde Covina vestidos y pintados de calaveras.

“Es una tradición que no sólo es mexicana sino ahora ya es de muchas culturas.  Es un día de fiesta donde celebramos la vida de los que se nos han ido, pero al mismo tiempo un gran motivo para celebrar unidos, latinos y no latinos”, expresó Albert, el jefe de familia.

Ernesto Morales, organizador del evento, y quien al igual que el resto de la gente se tomaba fotos con las familias que iban disfrazadas, expresó su satisfacción de ver como la gente disfrutaba y revivía sus tradiciones.

“Rose Hills sabe de la importancia que es para los latinos esta tradición y es por eso que la celebración del Día de Muertos es una de las más importantes del año”, expresó Morales.

Agregó que particularmente El Día de Los Muertos tiene un valor personal para él, porque como latino sabe de la tradición, que el también sigue, y además de presentarla con gran orgullo y compromiso, quiere contribuir para que la tradición pase de generación en generación y lejos de perderse, se extienda y se haga mejor cada año.

Fue precisamente lo que hizo Ivonne García, llevar a su hija Victoria Llamas para que conozca la tradición que es parte de la cultura de ella.  “Venimos desde la ciudad de Chino. Yo ya había venido, pero quería que mi hija la conociera y así conozca un poquito de quien es ella y de donde viene”.

La celebración se inició al mediodía y se realizó en la cima de una de las montañas que rodean y son parte del cementerio más grande del mundo, ubicado en el área donde se encuentran las autopistas 60 y 605,  y desde donde se pueden ver los edificios de Los Ángeles con una tranquilad pocas veces encontrada en la ciudad.

A pesar de las altas temperaturas, la gente disfrutaba de la música y los bailes que en ningún momento dejaron de reflejar el objetivo del evento.  Ya eran las 4 pm y la gente no dejaba de llegar, y aunque en general eran latinos, había gente afroamericana, asiática y blanca que, al igual que el resto de la gente, parecía disfrutar de la celebración a los que se han ido.

LATINO CALIFORNIA

Fotos: Agustín Durán/Latinocalifornia.com

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