History.com. Papa reconoce caballeros templarios. En día como éste en 1128, el Papa Honorio II concede una sanción papal a la orden militar conocida como los Caballeros Templarios, declarando un ejército de Dios.
Encabezados por el francés Hughes de Payens, la organización de los Caballeros Templarios fue fundada en 1118. Su misión expresa era proteger a los peregrinos cristianos en su camino hacia la Tierra Santa durante las Cruzadas, la serie de expediciones militares que perseguían derrocar a los musulmanes en Palestina. Los templarios tomaron su nombre por la ubicación de su sede, el Monte del Templo en Jerusalén. Durante un tiempo, los templarios tenían sólo nueve miembros, ante todo debido a sus rígidas reglas. Además de ser de nacimiento noble, se exigía a los caballeros tomar estrictos votos de pobreza, obediencia y castidad. En 1127, los nuevos esfuerzos de promoción convencieron a muchos más nobles a integrarse a la orden, aumentando gradualmente su tamaño e influencia.
Mientras a los caballeros individuales no se les permitía tener propiedades, no existía tal restricción a la organización en su conjunto, y con los años muchos cristianos ricos donaron tierra y otros objetos de valor para apoyar a los Caballeros Templarios. Al culminar sin éxito la época de las Cruzadas, a principios del siglo 14, la orden había crecido extremadamente rica, provocando los celos tanto de los poderes religiosos como los seculares. En 1307, el rey Felipe IV de Francia y el Papa Clemente V combinaron para destruir a los Caballeros Templarios, arrestando al gran maestre, Jacques de Molay, bajo acusaciones, de herejía, sacrilegio y satanismo. Torturados, Molay y otros líderes templarios confesaron y fueron murieron quemados en la hoguera.
Clemente disolvió a los Templarios en 1312, asignando sus propiedades y activos monetarios a una orden rival, los Caballeros Hospitalarios. Pero en realidad Felipe, y su homólogo Inglés, el rey Eduardo II, se embolsillaron la mayor parte de las riquezas después de prohibir la organización en sus respectivos países.
En la actualidad, la Iglesia católica ha admitido que la persecución de los Caballeros Templarios fue injustificada y afirmado que el Papa Clemente fue presionado por los gobernantes seculares para disolver la orden. A través de los siglos, los mitos y leyendas sobre los templarios han crecido, incluyendo la creencia de que pueden haber descubierto reliquias sagradas en el Monte del Templo, incluyendo el Santo Grial, el Arca de la Alianza o de partes de la cruz donde fue crucificado Cristo. Los secretos imaginadas de los templarios han inspirado varios libros y películas, incluyendo la exitosa novela y la película El Código Da Vinci.
