De History.com. En un día como éste, la parisina sala Folies Bergère, incialmente un salón para operetas, pantomimas, reuniones políticas y vodevil introdujo en 1886 una elaborada revista musical con mujeres en trajes sensacionales. El muy popular “Place aux Jeunes” estableció las Folies como el local nocturno de primera clase en París. En la década de 1890, las Folies se adaptaron al gusto parisino por el striptease y rápidamente ganaron gran reputación por sus espectaculares shows desnudos. El teatro no escatimó gastos, poniendo en escena revistas musicales que reunían hasta 40 conjuntos, 1,000 trajes, y un equipo de respaldo de unas 200 personas.
El Folies Bergère se remonta a 1869, cuando abrió como una de las primeras grandes salas musicales en París. Produjo ópera ligera y pantomimas con cantantes desconocidos lo cual resultó ser un fracaso rotundo. Tuvo mayor éxito en la década de 1870, cuando puso en escena el vodevil. Presentó acróbatas, un encantador de serpientes, un canguro boxeador, elefantes entrenados, el hombre más alto del mundo, y un príncipe griego cubierto de tatuajes supuestamente como castigo por tratar de seducir al Shah de la hija de Persia. Al público se le permitía beber y socializar en el jardín y el paseo en la zona interior del teatro.
El Folies Bergère se convirtió en sinónimo de las tentaciones carnales de la capital francesa. Cuadros famosos por Édouard Manet y Henri de Toulouse-Lautrec tienen lugar en el Folies
En 1886, el Folies Bergère cambia de administración y el 30 de noviembre, tiene lugar la primera sala de espectáculos al estilo de revista musical. La “Place aux Jeunes”, con coristas de escasa ropa, fue un tremendo éxito. A medida que se acercaba el siglo 20, as mujeres de Folies llevaron menos y menos ropa, y la escenografía fue cada vez más escandalosa. Entre los artistas que se iniciaron en el Folies Bergère se incluyen Yvette Guilbert, Maurice Chevalier, y Mistinguett. La bailarina y cantante afroamericana Josephine Baker hizo su debut Folies en 1926, bajando del techo en una esfera cubierta de flores que se abrió el escenario para revelarla en una tanga adornada con plátanos.
El Folies Bergère continuó siendo un éxito a lo largo del siglo 20 y aún se pueden ver hoy en París, aunque el teatro presenta, además, numerosos conciertos y actuaciones principales. Entre otras tradiciones que datan de más de un siglo, el título del espectáculo siempre contiene 13 letras e incluye la palabra “Folie”.
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