600px-Signing_of_Declaration_of_Independence_by_Armand-Dumaresq,_c1873En un día como éste, un 4 de julio de 1776, en la ciudad de Philadelphia, Pennsylvania, el Congreso Continental adoptó la Declaración de Independencia, que proclama la separación de los Estados Unidos de América de Gran Bretaña y su rey. La declaración se realizó 442 días después de que se disparan las primeras salvas de la revolución americana en Lexington y Concord, en Massachusetts, y marca una expansión ideológica del conflicto que eventualmente fomentaría la intervención de Francia en apoyo a los patriotas.

La primera oposición seria de los habitantes de las colonias a la política británica tuvo lugar en 1765 después de que el Parlamento aprobara la Ley del Sello (Stamp Act), una medida tributaria para aumentar los ingresos para financiar un ejército británico en los Estados Unidos. Bajo el lema de “no hay impuestos sin representación”, los colonos convocaron al Congreso de la Ley del Sello en octubre de 1765 para manifestar su oposición al impuesto. Con su promulgación en noviembre, la mayoría de los colonos hicieron un llamado a un boicot a los productos británicos, y tuvieron lugar algunos ataques organizados en las aduanas y las residencias de los cobradores de impuestos. Después de meses de protestas en las colonias, el Parlamento votó a favor de derogar la Ley del Sello, de marzo de 1766.

La mayoría de los colonos siguieron aceptando en silencio el dominio británico hasta la promulgación del Parlamento de la Ley del Té en 1773, un proyecto de ley para salvar la tambaleante Compañía de las Indias Orientales, al reducir en gran medida su impuesto sobre el té a la vez que le otorgaba el monopolio en el comercio del té americano. Aunque la Ley del Té no imponía nuevos impuestos, a entregar el lucrativo mercado a la Compañía de las Indias Orientales, muchos colonos vieron en ello otro ejemplo de la tiranía británica.. En respuesta, militantes patriotas en Massachusetts organizaron el “Boston Tea Party”, (Motín del Té), en el que lanzaron al agua del puerto de Boston bultos de te inglés por un valor de  18,000 libras inglesas.

En Londres, el Parlamento, indignado por el Boston Tea Party y otros actos de destrucción de propiedad británica, promulgaron draconianas leyes, conocidas como las Leyes Intolerables, en 1774. Estas leyes cerraron a Boston a la marina mercante, establecieron formalmente un régimen militar británico en Massachusetts, concedieron inmunidad a las autoridades británicas en Estados Unidos, y obligaron a los colonos a dar posada en sus residencias a las tropas británicas. Los colonos posteriormente convocaron al primer Congreso Continental para considerar una resistencia americana unida contra los británicos.

 

 

Con la mirada atenta de las otras colonias, Massachusetts fue la vanguardia de la resistencia a los británicos, estableciendo un gobierno revolucionario y formando milicias para resistir la creciente presencia militar británica por toda la colonia. En abril de 1775, Thomas Gage, el gobernador británico de Massachusetts, ordenó a las tropas británicas marchar contra Concord, Massachusetts, donde se sabía que estaba escondido un arsenal patriota. El 19 de abril de 1775, los soldados británicos enfrentraron a un grupo de milicianos americanos en Lexington, y ahí se dispararon las primeras balas de la revolución americana.

 

En enero de 1776, Thomas Paine publicó el panfleto Common Sense (Sentido común), obra importante en la literatura patriota americana donde argumentó convincentemente en pro la independencia americana. Vendió más de 500,000 copias en pocos meses — números insólitos en aquellos días. En la primavera de 1776, el apoyo a la independencia se expandió por todas las colonias, el Congreso Continental convocó a que los Estados formaran sus propios gobiernos, y se asignó un comité de cinco hombres para redactar una declaración.

La Declaración de Independencia fue en gran medida el trabajo de Thomas Jefferson de Virginia. En la justificación de la independencia de América, Jefferson se fundamente extensamente en la filosofía política del inglés John Locke y en el trabajo de otros teóricos ingleses. La primera sección presenta las líneas famosas, “Sostenemos como evidentes en sí mismas estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”. La segunda parte consiste de una larga lista de agravios que proporcionan la justificación para la rebelión.

El 2 de julio de 1776, el Congreso Continental votó para aprobar una moción de Virginia pidiendo la separación de Gran Bretaña. El lenguaje dramático de esta resolución se añadió a la clausura de la Declaración de la Independencia. Dos días más tarde, el 4 de julio, la declaración fue adoptada formalmente por 12 colonias después de la revisión menor. New York aprobó el 19 de julio. El 2 de agosto, se firmó la declaración.

La Guerra de la Independencia Americana duraría cinco años más. Aún por venir fueron los triunfos de los rebeldes en Saratoga, el crudo invierno en Valley Forge, la intervención de los franceses, y la victoria final en Yorktown en 1781. En 1783, con la firma del Tratado de París con Gran Bretaña, Estados Unidos formalmente se convirtió en una nación libre e independiente.

Pero al concluir la Guerra de Independencia quedaron sin atarse muchos cabos en la fibra de la sociedad estadounidense — uno de ellos siendo la esclavitud. Requirió una sangrienta guerra civil entre 1861 y 1865 antes de que se emanciparan los negros.

Igualmente, las mujeres no tuvieron derecho al voto sino hasta 1920.

Y desde entonces, ha quedado sin voz ni voto amplios segmentos de la sociedad, excluídos por razones raciales, sociales, económicas. Y ellos siguen buscando el mismo sueño de libertad que motivó a los patriotas aquel 4 de julio de 1776.

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