“Puedo ver como este asunto ha causado gran dolor y tristeza”, dijo en voz baja John Galliano ante el tribunal en París donde enfrenta cargos de antisemitismo y racismo, acusaciones que le hicieron perder su puesto y han dado un frenón casi total a su carrera.
“Me disculpo porque el hombre que ven en el video no es John Galliano”.
Escribe desde la ciudad luz Henry Samuel, para The Telegraph que Galliano, el antiguo director creativo de Christian Dior, dijo que había sucumbido ante las presiones de una empresa de miles de millones de dólares y la “máquina productora de dinero” que Cristian Dior y su propia marca se habían vuelto.
Dijo a la corte que las exigencias de sus dos hijos lo condujeron al alcohol. “Después de cada subida creativa, el acohol me ayudaba a escapar”. Usaba un coctel triple de “píldoras para dormir, alcohol y valium”.
Lo afectaron profundamente, agregó, las muertes de su “querido amigo y socio” Steven Robinson y la de su padre. “No tuve el tiempo de llorarlos”, señaló el que fue considerado iluminado de la moda.
“A medida que mi cuerpo se acostumbraba a las píldoras, requería una cantidad mayor al punto de que no recuerdo cuanto consumía”.
“La rehabilitación es lo único que me permitió comprender que estaba tomando una mezcla letal”.
Pero su acusadora, Geraldine Bloch, curadora de un museo en París que lo acusa de haberla llamado “una judía sucia” y “una puta sucia”, señaló que este tipo de incidentes ocurren todo el tiempo en París, pero la única razón por la que llegó hasta aquí es por tratarse de John Galliano.
El veredicto se espera en septiembre.
