Su presencia agrada, su elegancia natural deslumbra y ahora nos enteramos que Michelle Obama tiene una enorme influencia positiva en la industria de la moda.
Explica Candi Sparks en el Atlanta Post que la primera dama de los EUA combina la alta costura — a veces con jóvenes diseñadores — con artículos de marcas comerciales a precios asequibles. Y cuando se pone algo, las acciones de las compañías que usa se disparan.
Cita un estudio en Harvard Business Review que indica que después de 189 apariciones públicas, entre noviembre de 2008 y diciembre de 2009, Michelle Obama creó US$2,700 millones en rendimientos anormales de valor acumulados (superiores a las variaciones normales en el mercado de la moda) para las empresas minoristas asociadas con la ropa que llevaba.
Agrega que cada vez que la primera dama sale, crea en promedio US$14 millones en valor para las compañías que la visten. Por ejemplo, en una de las giras europeas, el índice de las acciones de las compañías asociadas con la ropa que se puso subieron un 16.3% mientras que el índice S+P fue de 6.1% durante el mismo periodo.
Cuando mencionó su conjunto de J.Crew, subió dramáticamente el precio de las acciones de la compañía, dice.
Es probable, dice, que la señora Obama mezcle los precios en sus conjuntos, para que muchos puedan copiar su estilo. Pero aún si no compran lo mismo que ella, el tráfico a las tiendas aumenta por ser la marca que lleva puesta.
