Un nuevo informe de Glen Greenwald en The Guardian indica que, igual que durante los días del gobierno de George Bush, una orden judicial ultra secreta ha autorizado a la administración Obama a recopilar los registros telefónicos de millones de usuarios estadounidenses de Verizon.
El Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera emitió la orden de 25 de abril ordenando a Verizon entregar a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) datos sobre las llamadas telefónicas dentro de EUA y de EUA a otros países en una “base diaria, constante”.
La orden está vigente hasta el 19 de julio, dice The Guardian.
Los datos que se entregan al gobierno incluyen los números de teléfono en ambos extremos de una conversación, la hora y duración de la llamada, la ubicación del usuario, y otras señales de identificación, dice.
Sin embargo, la orden judicial no requiere el contenido de la conversación.
Dado que a esta información se le denomina “metadatos”, no hay necesidad de obtener autorización para cada llamada.
El objetivo, dice el diario británico, es establecer los patrones de comunicaciones y las redes de los usuarios.
Dice The Guardian que la legalidad del proyecto, según los senadores demócratas Ron Wyden y Mark Udall, es producto de “interpretaciones jurídicas secretas” de una cláusula de la Ley Patriota.
Hasta el momento no se sabía con certeza hasta qué punto la administración Obama seguía las normas de vigilancia interna por parte de la NSA a ciudadanos estadounidenses, dice.
Señala que no está claro si otras empresas de teléfonos enfrentan órdenes similares.
Recuerda The Guardian que en la década del 1970 el Congreso por primera vez investigó las actividades de vigilancia del gobierno de EUA, cuando todavía las directivas de la NSA le impedían usar su aparato para espionaje doméstico.
“Al concluir la investigación, Frank Church, el senador demócrata de Idaho que presidió la comisión de investigación, advirtió: ‘La capacidad de la NSA en cualquier momento podría dar la vuelta y enfocarse en al pueblo estadounidense, y ningún estadounidense le quedaría privacidad izquierda, tal es la capacidad de controlarlo todo: conversaciones telefónicas, telegramas, lo que sea”.
