Podría llamarse una metamorfosis artística — o una masacre de maripositas indefensas.
Pero amantes de los simpáticos insectos han puesto el grito en el cielo contra Tate Modern, en Londres, y la exhibición de Damien Hirst, informa Roya Nikkhah en The Telegraph.
“In and Out of Love” fue el nombre de la muestra, que requería el revoloteo por mariposas.
Vivas.
Básicamente consistir en dejar que las mariposas hicieran lo que hacen las mariposas: volar, posarse, volver a volar.
Así, sin aire en un espacio cerrado, pisadas por los espectadores, fueron muriendo las mariposas.
Así, las fueron reemplazando — a una velocidad de 400 semanales.
Así se pasaron 23 semanas; haga usted la cuenta: más de 9000 lepidópteras masacradas a nombre del arte.
Dijo un representante de la RSPCA (organización inglesa contra la crueldad a los animales), “Las mariposas merecen una tratamiento amable. Si hubiera sido cualquier otro animal, habría habido gran indignación nacional”.
Foto: Damien Hirst
