Aparentemente escandalizadas y ofendidas tres destacadas periodistas estadounidenses han denunciado a la humorista Michelle Wolf por burlarse abiertamente de la portavoz de la administración Trump en la Cena Anual de Corresponsales de la Casa Blanca.

Wolf, por su parte, ha defendido sus palabras afirmando que en ningún momento ella criticó la apariencia de Sarah Huckabee Sanders sino “su despereciable comportamiento”: mentir, mentir, y seguir mintiendo.

Aunque Wolf habló brevemente sobre Huckabee Sanders, sentada en la cabecera de la mesa en el puesto que correspondería al presidente de la República quien por segundo año consecutivo optó por no asistir, algunos en los medios estadounidense han denunciado a la comediane por haberse pasado.

Dicen que fue vulgar. Cruel. Y se “pasó”.

Maggie Haberman, del New York Times y cuyos reportajes se han merecido la ira de Donald Trump, elogió por Twitter a Sarah Huckabee Sanders por “permanecer sentada mientras absorbía una intensa crítica” de su apariencia física  el desempeño de su trabajo. “Impresionante”.

Mika Brzesinsky, presentadora del programa matutino “Morning Joe” en MSNB, consideró “deplorable” la “humillación en la televisión nacional de una mujer y madre”. Brzesinky, a quien Trump también ha atacado, exigió disculpas para Sarah Huckabee Sanders.

Andrea Mitchel dijo básicamente lo mismo: Pidió disculpas para la Secretaria de Prensa y “otros groseramente insultados por Michelle Wolf”.

Esto fue lo que dijo Michelle Wolf:

“La verdad es que Sarah me cae bien. La considero muy recursiva. Pero ella quema los hechos y usa las cenizas para crear perfectamente un maquillaje smokey eye (ojo ahumado). Como si hubiese nacido con él. Quizás sean mentiras. Probablemente son mentiras”.

Sanders se mantuvo estoica mientras la cómica pronunciaba estas palabras.

Sin recular una pulgada, la cómica ha negado haber atacado la apariencia física de Huckabee Sanders. Reiteró que se refería a las “despreciables mentiras” de la administración.

Durante la media hora que habló Wolf, siguiendo fielmente la tradición del “Stand up Comedy” o comedia en vivo, no dejó títere con cabeza.

Abrió haciendo referencia al presidente y la estrella de porno.

En un momento dijo, “Sí, deberían haber investigado más antes de invitarme”.

Wolf se rió de si misma.

Wolf se burló de políticos y periodistas.

De liberales y conservadores.

Dijo que Ivanka Trump era como un pañal, “buena cara pero igual llena de mierda”.

Se burló del presidente Trump diciendo que no es tan rico como aparenta serlo. Usó un lenguaje vulgar — el mismo que ha caracterizado la Casa Blanca de Donald Trump.

Se refirió a los otros escándalos que ha vivido el país, romances con estrellas de porno, un gabinete donde muchos han perdido sus puestos, y el escándalo sobre Rusia.

“Yo se que por mucho que quieran hacerlo, es el año 2018 y yo soy una mujer, así que no me pueden callar — a menos que Michael Cohen me gire US$130,000…”, dijo en clara referencia a uno de los escándalos que tienen a la administración a la defensiva.

Podría argumentarse que entre lo que más ofendió a los medios en esta reunión anual (donde celebran la relación “especial” con la administración fraternizando como los mejores amigos del mundo) fue cuando dijo que,

“Ustedes están obsesionados con Trump. ¿Será que alguna vez tuvieron un romance con él alguna vez? Porque pretenden odiarlo, pero a mi parece que lo aman. No creo que nadie aquí presente quiere admitir que él les ha ayudado. No podía vender bistécs, ni Vodka, ni agua, ni universidad, ni corbatas, ni a Eric. Pero les ha ayudado. Les ha ayudado a vender sus periódicos, sus libros, su televisión. Ustedes ayudaron a crear a este monstruo. Y ahora se benefician de él”.

Cerró recordando que Flint, ciudad de 100,000 personas en Michigan, sigue sin agua potable. Y ya nadie habla de eso.