Corrupción en el congreso de EUA, ElMolinoonline.comEn el lenguaje político de EUA se le llama “Pork barrel” (barril de cerdo), pero con frecuencia se usa solo “Pork”.

Wikipedia lo define como “un término despectivo que se utiliza en los Estados Unidos para referirse a la contribución de dinero público que los miembros del Congreso y los Senadores tienen a disposición para financiar proyectos de interés local, y que frecuentemente se utiliza para ganar votos”.

El Washington Post, en un artículo firmado por David S. Fallis, Scott Higham y Kimberly Kindy, documenta cómo esta práctica florece en el congreso actual.

Dice que más de US$300 millones en dinero de los contribuyentes han sido asignado a proyectos ubicados en un radio de dos millas a la redonda de propiedades de 33 miembros del congreso.

Por ejemplo, en Tuscaloosa, Alabama, US$100 fueron destinados para proyectos cerca de las oficinas del senador republicano Richard Shelby.

En Michigan, casi US$500,000 financiaron un carril para bicicletas cerca de la residencia de la congresista Republicana Candice S. Miller.

Jack Kingston, congresista republicano por Georgia, obtuvo US$6.3 millones para mejorar la playa que le queda a 300 metros de su casa de veraneo.

Tanto demócratas como republicanos se benefician de esta práctica.

Dice el Post que las asignaciones son legales bajo las reglas éticas del congreso.

La semana pasada, agrega, el Senado eliminó un proyecto de ley que hubiera ilegalizado estas asignaciones.

Los congresistas dicen que no hay nada de irregular en estos gastos de dineros públicos ya que benefician a los contribuyentes. Y si benefician al congresista que pidió la asignación, “pues es que sus intereses son iguales que los de sus contribuyentes”.

Artículo en inglés

Foto cortesía de woodleywonderworks via flickr