“Una secretaria en Lancaster, Pennsylvania, dijo estar agradablemente sorprendida de que su salario hubiese aumentado por US$1.50 semanales. No pensó que fuera a subir, mucho menos tan pronto. Eso suma US$78 anuales, más de lo que paga por su cuota anual en Costco”.
Paul Ryan, Presidente de la Cámara de Representantes de EUA, consideró que esta cita de la Associated Press sobre los efectos de la reforma del código tributario le ayudaría a convencer al electorado de que es bueno. La envió desde su cuenta de Twitter. Burlado extensamente, la borró.
Opositores a la nueva ley de impuestos se han referido a sus beneficios para los trabajadores como “migajas” — incluyendo las bonificaciones que algunas de las grandes empresas han dado a sus trabajadores. Ello ha enfurecido a los partidarios de la medida, comenzando con el presidente Trump, que los han acusado de despreciar a los menos favorecidos del país.
Este debate — dado que la nueva ley de impuestos sigue sin inspirar al público — podría haber acaparado titulares esta semana.
Pero no lo fue. En vez, la atención de EUA se ha centrado en el documento conocido como “El Memorando del Congresista Nunez”.
Según una nota en el New York Times, Devin Nunez, congresista republicano por California, se ha convertido en el héroe de la ultraderecha — elogiado en titulares de portales como Breitbart, Drudge Report, y con invitaciones frecuentes a canales como Fox News — por usar su percha en el Comite de Inteligencia de la Cámara para defender al presidente Trump.
Lo hizo mediante un memorando que pretendía comprobar que la investigación sobre injerencia rusa en la Campaña Trump 2016, y posible obstrucción a la justicia, no es sino una maniobra política de los enemigos de Donald Trump, que controlan el FBI — el “estado profundo” (deep state), por usar una expresión de moda.
La existencia del Memorando de Nunez se viene discutiendo por semanas y esta semana se debatió intensamente si hacerlo público o no. En medio de la polémica, en la que el mismo FBI pidió que no se hiciera público y dijo que estaba lleno de inexactitudes, el presidente aprobó la desclasificación de la información y ésta vio la luz del día el viernes.
El Memorando de Nunez decepcionó a muchos.
Porque el documento había sido ampliamente pregonado, promovido, prometiendo un escándalo de dimensiones más grandes que Watergate, que en los años 70 tumbó al presidente Nixon. El mismo presidente Trump dijo que iba a desprestigiar totalmente la investigación del fiscal Robert Mueller.
Pero no fue así.
El Memorando de Nunez, en vez, enfocó en como el FBI obtuvo autorización para dar seguimiento Carter Page, un personaje en el mejor de los casos segundario en la investigación. El Memorando implica que fue abuso. Pero ni siquiera eso queda claro.
El Memorando de Nunez ha sido, para usar una expresión asquerosa, puro sudor y pedo. (Aquí lo puedes leer en inglés).
Lo que el Memorando de Nunez si mostró, sin embargo, fue la seria división entre el FBI y la administración Trump. No obstante el haber reemplazado a James Comey con Christopher Wray, Trump sigue sosteniendo que es una organización altamente corrupta, controlada por los demócratas, los Clinton, Obama, y el establishment — todos ellos sus enemigos políticos.
Los demócratas, por su lado, se han volcado en defensa del FBI, con el mismo ahínco con que los republicanos suelen defender cualquier acción policial, por abusiva e ilegal que sea, contra las miniorías raciales, los movimientos pro derechos civiles.
Los republicanos piden que se investigue al FBI. El FBI dice que eso es Macartismo, definido como la práctica de acusar de traición sin base ni fundamento alguno.
Los demócratas dicen que los ataque al FBI por parte de los republicanos beneficia a los rusos, a quienes acusan de seguir interviniendo en las elecciones de EUA, y cuya presunta injerencia en la campaña 2016 es la base de la investigación que acosa desde casi su primer día a la administración. Los republicanos se lamentan de que es una cacería de brujas — o Macartismo.
Y así, con acusaciones mutuas de Macartismo entre los partidos que monopolizan el poder en EUA, una secretaria en Pennsylvania aparentemente está agradablemente sorprendida con su aumento semanal de US$1.50.
Otra semana que pasó en EUA.
Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
Pennsylvania, EUA, 4/1/2018
