Beutelgilbmaus_brehmAlgunos marsupiales demasiado fecundos para su propio bien tienen la experiencia al final de su vida: “sexo hasta la muerte”, informa Douglas Main en LiveScience.

Los investigadores encontraron que en algunas especies insectívoras, los machos dan a su vida reproductiva un toque final apareando con el mayor número de hembras en sesiones que duran hasta 14 horas.

Hasta que no les queda más vida y, literalmente, dejan de existir.

Ese tipo de comportamiento, la llamada reproducción suicida o semelparidad – que es más común con las criaturas como los peces o las arañas — es poco frecuente en los mamíferos, dice.

Los científicos observaron por primera vez este rasgo en los marsupiales hace años, pero un uevo estudio se llena algunos detalles y sugiere una razón para explicarlo: “Estos suicidas” crean espermatozoides de alta calidad (incluso tienen testículos más grandes que sus compañeros no suicidas) y luego asegurarse de que su esperma se reparte al máximo.

Durante las sesiones maratónicas, desgastan sus músculatura para tener la energía requerida.

Pierden los machos; ganan las hembras que consiguen los mejores padres para sus crías con un apareamiento promiscuo, dejando que gane el mejor esperma.

Artículo en inglés

Imagen: Wikipedia