Campañas de base que movilizaron a miles de jóvenes inmigrantes indocumentados fueron claves en la reelección del presidente Barack Obama y ahora estos activistas están usando su energía para ejercer presión en pro de una reforma migratoria que en EUA podría beneficiar a unos 11 millones de personas, escribe Julia Preston en el New York Times.

Obama, quien obtuvo el 71% de la votación latina en la elección de noviembre, tiene lo que equivale a una deuda política con estos activistas, muchos de los cuales han logrado impedir sus deportaciones al acogerse al programa de Acción Diferida, que les ha dado temporalmente papeles y otros documentos para trabajar, estudiar y vivir sin temor a ser deportados.

La abrumadora mayoría de estos jóvenes, apunta el Times, llegaron de niños ilegalmente a EUA, país en el que han vivido casi todas sus vidas.

Este fin de semana, dice el Times, unos 600 activistas del movimiento United We Dream se reunirán en Kansas City, Mo, para discutir la estrategia que mantendrá la presión sobre la Casa Blanca y el Congreso durante la lucha sobre la inmigración que se avecina.

El artículo presenta un magnífico recuento de la evolución del movimiento que, al ver frustrado en el congreso de EUA el Dream Act que les habría regularizado su estatus, tomaron la decisión de enfocarse en el presidente, hasta que en junio de este año anunció la medida que les ha beneficiado.

En marzo del 2011, explica el Times, los activistas tomaron dos decisiones que cambiaron su lucha, dice.

La primera fue vincularse al histórico movimiento afroamericano por los derechos civiles. Fue en Memphis, Tennessee, ciudad donde fuera asesinado Martin Luther King Jr., en 1968, que los activistas celebraron su primera reunión nacional en marzo del 2011.

La segunda, adoptada en la reunión nacional, consistió en comenzar a presionar al presidente Obama y no al congreso, que para entonces había presidido sobre las deportaciones de más de un millón de personas.

“En julio, en Washington durante la conferencia anual del Consejo Nacional de la Raza el presidente vio los resultados”, escribe el Times. “Cuando dijo en un discurso que no podía dejar de lado al congreso para ayudar a los jóvenes inmigrantes ilegales, los activistas comenzaron a gritar “‘¡Usted sí puede, Usted sí puede!'”.

Poco a poco, dice el Times, estos inmigrantes ilegales fueron saliendo de la clandestinidad y dando la cara como dirigentes de un movimiento, organizando eventos como manifestaciones, caminatas, conferencias de prensa.

Ante el nuevo poder político, por orden ejecutiva las autoridades migratorias alteraron la política de deportaciones a retirar en vez personas indocumentadas con antecedentes criminales violentos.

Dice el Times que los activistas de United We Dream se reunieron con representantes del senador republicano Marco Rubio quien había presentado un proyecto de ley migratoria.

Luego, en una iglesia porque una persona sin documentos no puede entrar a la Casa Blanca, con representantes de la administración.

Eventualmente convencieron al presidente Obama de que era necesario usar su poder ejecutivo para decretar el Programa de Acción Diferida.

Estos activistas, indica la nota en el New York Times, son una fuerza política seria: están cargados de energía, han probado el sabor de la victoria y, a diferencia de sus padres cuya falta de educación y temor les obligó a mantener la cabeza gacha, conocen cómo funciona el sistema político estadounidense, habiendo crecido y pasado todas sus vidas en EUA.

Artículo en inglés 

Foto: United We Dream via Facebook