Juan Tena – MADRID – Alrededor de 1.000 hectáreas (24.710,439 acres) en la comunidad de Madrid y otras tanta en Barcelona esperan la decisión del multimillonario estadounidense Sheldon Adelson para que sean espacio donde se levanten hoteles con miles de habitaciones y suites; casinos plagados de mesas de juego y máquina recreativas; restaurantes, centros comerciales, club, discotecas, campos de golf y todo un conjunto de instalaciones emuladoras de la ciudad estadounidense de Las Vegas y su emporio de juego: dinero, adrenalina y oxigeno inyectado puede ser el futuro del juego en España. Más de 261.000 empleo directos e indirectos esperan la decisión que irá acompañada de una inversión de 17.000 millones de euros (unos 22.100 millones de dólares). Madrid y Barcelona se disputan el proyecto. 

Sheldon Adelson, nada dado a las concesiones, se irá con el mejor postor, es decir con el que mejores condiciones le ofrezca para el éxito (espera atraer a cinco millones de turistas), del negocio y conseguir el máximo beneficio económico, que es de lo que se trata. Con cierto tono de broma, el magnate estadounidense asegura que se ira “donde haya mejor comida”, es decir, más substancia. 

Adelson ya demostró esa tendencia cuando en 1996 demolió The Sands, el histórico hotel, emblema de Las Vegas, que floreció gracias a artistas como Sinatra y la corte de entrometidos sin escrúpulos con una cámara en la mano (paparazzi-rat-pack).que le rodeaba. Sobre los escombros de The Sands levantó The Venetian y sus complementos, el hotel Palazzo y el centro de convenciones Sands. De este modo se hizo nuevamente con la hegemonía del juego y el ocio en Las Vegas.. No conforme con eso, creo el resort (centro turístico) Sands Bethlehem, cerca de New York. De ahí saltó a China, a Macao, donde construyó el Four Seasons Macao. De ahí se fue a Singapur en 2010. Y ahora ha puesto sus ojos en Europa y más específicamente en España. 

Hay que decir que el proyecto de Sheldon Adelson choca con innumerables leyes españolas, tanto estatales, como regionales y municipales: laborales, urbanísticas, fiscales e incluso de extranjería. 

No obstante, los gobernantes están dispuestos a cambiar lo que haga falta para dejar el camino abierto al proyecto Eurovegas. Así lo ha manifestado la conservadora y presidenta del gobierno de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aunque como se ha dicho, algunas leyes son competencia del Estado y del Ayuntamiento de Madrid. No obstante, el partido gobernante en las tres administraciones es del mismo color, el conservado reformista Partido Popular, por lo que no parece que pueda haber grandes discrepancias a la hora de hacer las modificaciones que sen necesarias. 

Pero ¿dónde se levantara este complejo? El lugar elegido, de llevarse a cabo, sería en una zona de la comunidad de Madrid, llamada Valdebebas, próximo al Aeropuerto de Barajas, o si es en Barcelona, igualmente en una zona próxima al Aeropuerto del Prat. 

Las posibilidades de Barcelona se ven desde el punto de vista de los analistas mucho más lejanas debido, entre otras razones, a la propia idiosincrasia del nacionalismo Convergencia i Unio, partido gobernante. El consejero de Territorio y Sostenibilidad del gobierno de esta comunidad autónoma, que no país, Lluís Recoder, cabeza visible de la delegación catalana en Las Vegas, aseguró que las inmediaciones de Barcelona no acogerán el complejo de ocio Eurovegas si la empresa norteamericana «no entiende» que debe adaptarse al entorno, territorio y modelo urbanístico de Cataluña. Este es el principal escollo, asegura el Consejero, para que Eurovegas desembarque en Cataluña, por el modelo de construcción con rascacielos que propone Adelson. 

A la controversia suscitada por los posibles cambios normativos, fruto de las extraordinarias condiciones planteadas por Adelson para montar su emporio, se suman las dudas sobre la procedencia del dinero a invertir, ya que parece que las mayores ganancias de Las Vegas Sands proceden actualmente de Macao. Y según informes del Gobierno de EE UU desvelados por Wikileaks -y aireado por la prensa española- parece que la relación entre los casinos y la mafia china es un hecho. 

Oposición

En el caso de Madrid, todos los grupos parlamentarios de la oposición en la Asamblea de Madrid se han opuesto recientemente a la implantación del proyecto Eurovegas debido -aducen los grupos- a que es una actividad “de mala reputación”, que conlleva “desregulación” y ocasionará daños ambientales en la región. Hechos similares como éste no se han dado hasta el momento en el parlamento de Cataluña, aunque hay grupos que se opone frontalmente tanto parlamentarios como extraparlamentarios. 

Por su parte, el grupo popular (en el gobierno) ha salido en defensa del proyecto, ya que considera que traerá inversión a la Comunidad. El portavoz de este partido asegura que aun cuando “el modelo productivo del PP no es Eurovegas Vegas”, su planteamiento es abierto y, por tal razón, considera que en tiempos de crisis toda la inversión en la Comunidad de Madrid es bien venida. 

Lo ecologistas también están en contra, y han creado la Plataforma Eurovegas No. Aseguran que el proyecto ocasionará daños ambientales en la zona de Madrid donde se quiere levantar el proyecto, hoy por hoy de uso agrícola. 

Mucho más sería parece la oposición que han mostrado los técnicos del Ministerio de Hacienda, agrupados en el sindicato Gestha. Explican que el proyecto Eurovegas constituirá un “foco de blanqueo de capitales como cualquier otro paraíso fiscal”, y que podría dar lugar “a que se lave dinero procedente de actividades ilícitas”. Además aseguran, que “no se puede permitir”, como quiere Las Vegas Sands COR.R, que los futuros trabajadores de este proyecto se guíen por un reglamento distintas al Estatuto de los Trabajadores (regula los derechos y obligaciones de los trabajadores en España), que el vigente en España, y no puede haber lugares del país con distinto criterio. 

El proyecto

El proyecto Eurovegas, que sería una especie de capital de juego en Europa, supone que de los 261.000 puestos de trabajo, 164.000 serían empleos directos y unos 97.000, indirectos. 

De aquí a tres años, se levantarían doce hoteles (con unas 35.000 habitaciones), seis casinos (con 1.065 mesas y 18.000 máquinas recreativas), varios teatros con capacidad para miles de espectadores, tres campos de golf, decenas de restaurantes y un escenario de 15.000 butacas.

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