“El presidente y la estrella de porno” es otro escándalo más en una presidencia que ha rebotado de una crisis a otra. A diferencia de las anteriores, ésta se ha negado a desaparecer y poco a poco ha venido ocupando un puesto cada día más destacado entre titulares — combatiendo las renuncias, las imputaciones, la investigación sobre Rusia, los tropiezos políticos, diplomáticos que han marcado esta administración.
Estos son los hechos. Días antes de la elección 2016, Michael D. Cohen, abogado de Donald Trump por muchos años, giró la suma de US$130,000 a Stephannie Clifford, actriz de porno que usa el nombre “Stormy” (que en inglés significa ‘tempestuosa’) Daniels”. El dinero presuntamente fue un pago que la actriz mantuviera cerrado el pico sobre su romance con Trump durante la misma época que su esposa Melania estaba dando a luz al hijo de ambos.
El abogado Cohen admite haber realizado el pago, pero niega que tuviera nada que ver con el presunto romance, ni que obrara bajo directivas del presidente.
Sin embargo, algunos sostienen que la transacción es ilegal, al violar las normas que restrinjen las contribuciones a las campañas presidenciales.
Inicialmente, la Casa Blanca negó que el presidente hubiese incluso conocido a Stormy Daniels. Sin embargo, esta semana, la portavoz de la presidencia, Sarah Huckebee Sanders, dijo que “El presidente ya ha respondido directamente a las preguntas sobre este asunto”, sustentando la credibilidad de las acusaciones.
Se supo también esta semana que Cohen obtuvo en secreto una orden judicial que impide que la artista hable en público (y ella ya está organizando una gira nacional de entrevistas). Y ello implica que tiene algo que decir que podría ser lesivo para la presidencia.
Comenta Colbert I. King en el Washington Post:
Las negociaciones para comprar el silencio y los pagos realizados a Clifford, tal como los describieron el Wall Street Journal y otras publicaiones, deberían llamar la atención y producir indignación por parte de cualquier persona preocupada por la conducta de los candidatos en la campaña presidencial de 2016.
Las acusaciones aparecen en la demanda que el organismo de vigilancia Common Cause ha presentado ante el Departmento de Justicia y la Comisión Federal de Inteligencia. Básicamente se reducen a lo siguiente: En 2016, unas pocas semanas antes de que el electorado fuera a las urnas, el abogado personal de Trump organizó el pago de US$130,000 para que Clifford no hablara sobre el presunto romance que tuvo con Trump. Ese pago, afirma Common Cause, fue una contribución en especie no reportada a la campaña de Trump porque, “su objetivo era influenciar la elección presidencial general de 2016”; y por lo tanto debió haber sido reportada públicamente. Además si la fuente de los US$130,000 fue la Organización Trump — algo que Cohen niega — representaría una contribución corporativa no permitida.
Para el fin de semana, el abogado de la estrella de porno estaba apareciendo en varios programas de televisión. El programa de CBS “60 Minutes” ha grabado un segmento con Stormy Daniels.
Otra tormenta que acecha la capital.
Más información en inglés, The New York Times
Más información en inglés, The Washington Post