Comité de bienvenida oficial, seguramente no tendrá el príncipe Guillermo de Inglaterra cuando llegue a las islas Malvinas, donde pasará seis semanas en una misión como piloto de helicóptero.
Escribe Barney Henderson en The Telegraph que el hecho del que la movilización del príncipe suceda en la misma época en que se cumplen 30 años de la Guerra de las Malvinas no ayuda en nada a las relaciones entre Argentina e Inglaterra.
La cancillería argentina se ha lamentado que Guillermo “llegue a nuestra tierra vistiendo el uniforme de un conquistador”, dice.
Agrega que Argentina también ha acusado al gobierno inglés de usar el debate sobre el archipiélago para distraer a la población de sus propios problemas económicos.
El Archipiélago de las Malvinas, situado en el Atlántico a480 kilómetros del litoral argentino, fue invadido por los británicos en 1833. En 1982 ambos países libraron una violenta guerra que dejó cerca de 1,000 muertos — conflicto que hasta el día de hoy sigue sin resolverse.
En noviembre del año pasado, el primer ministro David Cameron reiteró que Inglaterra considera que las Malvinas (Falklands como las llaman allí) pertenecen a Gran Bretaña y acusó a Argentina de ser una nación con ambiciones “colonialistas”.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner respondió señalando que “El Reino Unido sigue siendo una burda potencia colonial en decadencia en pleno siglo XXI”.
Respecto a las declaraciones de Cameron dijo que muestran su “mediocridad”.
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