Nada más lamentable que lo que nos pasó a los colombianos con la Procuraduría y la Fiscalía durante los últimos años.
Tuvimos un fiscal “de bolsillo” que no se salió del closet pero si se salió del bolsillo cuando no le dieron gusto con su embajada ni con el nombramiento de su sucesor.
Como resultado hasta ahora se va a investigar penalmente al cliente del señor Montealegre, Carlos Palacino, por el robo descarado de los fondos de la salud a través de Saludcoop. Hasta ahora se atreven a investigar los asaltos al fisco que constituyeron algunos contratos de la “Barbie colombiana” doña Natalia Springer. Y finalmente el nuevo fiscal desmontó la porquería de los acuerdos con los rateros de Interbolsa, clientes del amigo íntimo del señor Montealegre, Jaime Lombana.
El único proceso que falta echar para atrás es el del hacker.
Tuvimos un Procurador dizque independiente. Fascista, dispuesto a poner por encima del derecho la ideología. Enemigo de los niños, de la equidad de género. Sus fallos más importantes han sido echados para atrás justamente porque no falló en derecho sino con la pasión con al que quemaba libros hace años en Bucaramanga.
La tapa de todo es la muy triste frase de ayer “se ha cumplido el primer pacto de la Habana, expulsaron al procurador”. No, al ex – procurador (que rico suena) que es tan católico le debería dar pena semejante afirmación. Claro que también le ha debido haber dado pena hacer la trampa que hizo para hacerse reelegir, que denunciaron un grupo de juristas en su demanda contra la elección y que fue la causa UNICA y VERDADERA por la que el procurador se cayó. Lástima que no se hubiera callado.
Tratar de usar su deshonra, por tramposo, para impulsar su animadversión contra la Paz, es de tramposos, que es lo que es y siempre ha sido el procurador.
Salimos pues de dos personajes nefastos. En ambos casos su elección estuvo marcada por todas las porquerías del clientelismo y de la politización del sistema judicial. Así acabamos entregándole los dos órganos fundamentales para el control de la corrupción a dos corruptos.
El fiscal se estrenó archivando cualquier investigación en contra de su cliente Palacino y cuando una contralora valiente cuestionó dicho proceder, Montealegre enfiló todo el poder de la fiscalía en contra de ella.
El procurador compró su anulada re elección con nombramientos para familiares de los magistrados que habrían de ternarlo.
He ahí dos ejemplos de corrupción en su más lamentable expresión.
¿Cómo haremos para aprender la lección y no seguir eligiendo tan mal?
El primer buen ejemplo será la elección del nuevo procurador.
¡Empezamos mal!
La Corte Suprema ha ternado al ex vice fiscal Perdomo, escudero del más corrupto fiscal que haya tenido Colombia. Qué entre otras bellezas, dejó un leonino acuerdo que beneficiaba a los rateros de Interbolsa.
El Consejo de Estado ha ternado al ex ministro de Justicia Fernando Carrillo, demasiado cercano al Presidente para que me guste.
Pero vamos mejorando. A esta hora se dice que el Presidente va a ternar a Eduardo Pizano.
¡Ese sí sería un procurador de lujo!