El 8 de agosto, después de las convenciones de los dos partidos, los candidatos, y con las metidas de pata de Trump, la diferencia entre Hillary y el Peluquín era de 7.9% y la tendencia mostraba que esa diferencia podría aumentar. Durante semanas la mayoría de los medios norteamericanos se dedicaron a apalear a Trump.
Y de pronto se volteó, una vez más la torta
Hoy la diferencia se ha reducido a 3,4% y la tendencia muestra un crecimiento sostenido de la intención de voto por Trump y un decrecimiento sostenido de la intención de voto por Hillary.
Trump hizo ajustes en su campaña y por algunos días ajustes en el tono.
A Hillary los “manejos” de la relación marital entre el Departamento de Estado y los intereses de la Fundación Clinton y el asunto de sus correos personales parecen haberle mordisqueado el apoyo
Eso podría explicar el ascenso de Trump y el descenso de la señora Clinton.
¿Será suficiente para que Trump la alcance y la sobrepase?
¿Es tiempo de preocupación por un gobierno del Peluquín?
Para los analistas de Político, una página relativamente objetiva, no es tiempo de alarmas.
¿Wishful thinking?
De pronto es hora de empezar a pensar que se ha despertado, de nuevo, el fenómeno del Peluquín.
Por momentos recuerdo las discusiones y reflexiones de comienzo de año. El consenso entre la gente “inteligente” era que el loco del Peluquín no llegaría a ninguna parte.
El tipo ha seguido con sus locuras, con momentos que parecen guiones de una obra maestra del teatro del absurdo, como la pelea con una pobre pareja musulmana que había perdido a su hijo en una de las guerras de Bush. Y otras bellezas.
Y la señora Clinton sigue cargando con el lastre de su apellido. Los Clinton han sido los politiqueros por excelencia del sistema gringo y como tal se ganan la desconfianza del electorado.
La imagen desfavorable de los dos candidatos supera el 50%, contra cualquier otro candidato ninguno de los dos ganaría, pero como la cosa es entre ellos dos, ahí estamos.
Faltan dos semanas para el primer debate y cerca de siete para la elección.
Hace un par de semanas yo ya daba por ganadora a Hillary y esperaba una avalancha a favor de los candidatos demócratas para el Senado lo que le daría el control del Gobierno a La Señora Clinton.
Hoy no estoy tan seguro. Esta elección no parece estar tan definida como quisieran los medios que casi todos apoyan a Hillary.