Testamento de HitlerAuf Wiedersehen publica en The Daily Beast extractos de un nuevo libro sobre el Tercer Reich: Swansong 1945: A Collective Diary of the Last Days of the Third Reich, un chomped de cartas, notas, informes, ingresos en diarios de las personas que acompañaron a Adolfo Hitler en sus últimos momentos en 1945, entre los cuales se incluye su testamento. Traducimos.

Adolfo Hitler, 1889-1945 Führerbunker, Berlín testamento político

Antes de mi muerte estoy expulsando al ex Mariscal del Reich Hermann Göring del partido y despojándole de todos los derechos que disfrutó en virtud del decreto de 29 de junio 1941; y también en virtud de mi estado en el Reichstag el 1 de septiembre de 1939. nombro en su lugar el Gran Almirante Dönitz, como presidente del Comandante de las Fuerzas Armadas Reich y Supremo.

Antes de mi muerte yo expulso al primer Reichsführer-SS, y ministro del Interior, Heinrich Himmler, del partido y de todas las funciones  del Estado. En su lugar nombro a Gauleiter Karl Hanke como Reichsführer-SS y Jefe de la Policía Alemana y Gauleiter Paul Giesler como Ministro del Interior del Reich.

Göring y Himmler, al margen de su deslealtad hacia mi persona, han causado un daño incalculable al país y a toda la nación mediante sus negociaciones secretas con el enemigo, que se llevaron a cabo sin mi conocimiento y en contra de mis deseos, y tratando ilegalmente de tomar el poder del estado por sí mismos.

A fin de dar al pueblo alemán un gobierno compuesto por hombres de honor y un gobierno que cumpla su promesa de continuar la guerra por todos los medios-nombro los siguientes miembros del nuevo gabinete como líderes de la nación: […]

Adolf Hitler, 1889-1945 Führerbunker, Berlín testamento privado

Aunque algunos de estos hombres, como Martin Bormann, el Dr. Goebbels, etc., junto con sus esposas, se han unido por su propia voluntad y  bajo ninguna circunstancia desean salir de la capital del Reich, pero han estado dispuestos a perecer conmigo aquí, debo sin embargo pedirles que obedezcan a mi petición, y en este caso coloquen los intereses de la nación por encima de sus propios sentimientos. Dados su trabajo y lealtad como compañeros están cerca de mí después de mi muerte y espero que mi espíritu perdurará entre ellos y siempre los acompañe. Que sean duros, pero nunca injustos, y ante todo que nunca permitan que el miedo influya en sus acciones, y dejar que ellos fijen el honor de la nación por encima de todo en el mundo. Por último, que sean conscientes del hecho de nuestra tarea, que es la de continuar la construcción de un Estado nacional-socialista, representa el trabajo de los próximos siglos, lo que obliga a cada persona a estar siempre al servicio del interés común y de subordinar sus propias necesidades para este fin. De todos los alemanes, todos los nacionalsocialistas, los hombres, las mujeres y todos los hombres de las fuerzas armadas, exijo que sean fieles y obedientes hasta la muerte al nuevo gobierno y su presidente.

Por encima de todo exijo a los líderes de la nación y sus subordinados la observancia escrupulosa de las leyes raciales y para la oposición implacable a la envenenadora mundial de todos los pueblos, la judería internacional.

Berlín, el 29 de abril de 1945, 04 a.m.
Adolfo Hitler
Presenciado por:

Dr. Joseph Goebbels,
Wilhelm Burgdorf,
Martin Bormann,
Hans Krebs

Adolf Hitler, 1889-1945 Führerbunker, Berlín testamento privado

Como yo no consideré que durante los años de lucha yo podía asumir la responsabilidad de contraer un matrimonio, he decidido ahora, antes del cierre de mi carrera terrenal, tomar como mi esposa esa mujer que, después de muchos años de fiel amistad, entró, por su propia voluntad en la ciudad prácticamente sitiada con el fin de compartir su destino conmigo. De su propia voluntad ella me acompaña en la muerte en calidad de esposa. Ello va a compensar por lo que ambos perdimos través de mi trabajo en el servicio de mi pueblo.

Lo que yo poseo, en la medida en que tenga algún valor pertenece al partido. Si éste ya no existe, al Estado; si el Estado también ha sido destruido, no es necesaria una decisión mía más allá de ello.

Mis imágenes, en las colecciones que he comprado en el transcurso de los años nunca las coleccioné con fines privados, pero sólo para la creación de una galería en mi ciudad natal de Linz ad Donau.

Adolf Hitler, 1889-1945 Führerbunker, Berlín testamento privado

Es mi más sincero deseo de que este legado sea debidamente ejecutado.

Nombro como mi albacea a mi más fiel camarada del partido Martin Bormann.

Concedo autoridad legal para tomar todas las decisiones. Le está permitido sacar todo lo que tiene un valor sentimental o es necesario para que mantengan una modesto nivel de vida mis hermanos y hermanas, también, sobre todo, para la madre de mi esposa y mis compañeros de trabajo fieles que son bien conocidos por él, principalmente mi antigua secretaria, Frau Winter, etc. que tienen desde hace muchos años me ayudado por su trabajo.

Yo mismo y mi esposa con el fin de escapar de la desgracia de la deposición o capitulación-elijo la muerte. Es nuestro deseo de ser quemados de inmediato en el lugar donde he llevado a cabo la mayor parte de mi trabajo diario en el curso de doce años de servicio a mi pueblo.

Berlín, el 29 de abril de 1945, 04 a.m. (Firmado) A. Hitler

Testigos:
Martin Bormann
Dr. Goebbels
Testigo:
Nicolaus von Below

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