Times_Denuncia_Racismo_TrumpDonald Trump no es un caso aislado dentro del partido republicano sino, en vez, refleja un amplio sentir que va desde los candidatos a los funcionarios a las bases, sostiene la junta editorial del New York Times. Traducimos apartes de la nota en la edición del 10 de diciembre titulada, “El efecto Trump y cómo se propaga”.

No vacile, deplore a Donald Trump. Desprecie su mensaje. Rechace sus llamados a la exclusión y al odio. Pero no cometa el error de tratarlo como un fenómeno solitario, una celebridad narcisista y singular que de alguna manera, completamente solo, ha llevado a su partido y su política al borde del fascismo.

Así sea Trump el candidato que encabeza las encuestas, los demás no se han distanciado de él. Por el contrario,

Han venido endureciendo sus discursos de campaña y propuestas de inmigración en respuesta al efecto Trump. Ted Cruz y Jeb Bush quieren permitir que únicamente los refugiados cristianos de Siria ingresen al país, y el Sr. Cruz ha introducido un proyecto de ley para permitir que los estados opten por no aceptar refugiados.

Y a través del país, funcionarios del partido e sintonía con el poder del miedo, han desarrollado sus propias versiones del de enfoque Trump.

Recuerda el Times que las propuestas de Trump de cerrar las puertas de EUA a todos los musulmanes son similares la reclusión de estadounidenses de origen japonés durante la segunda guerra Mundial.

La reclusión de japoneses-americanos en la Segunda Guerra Mundial, algo que algunos republicanos yahan olvidado o jamás comprendieron, fue un oscuro episodio de la historia estadounidense. Hoy se le recuerda con remordimiento, como algo difícil para la nación, de lo cual se ha aprendido y superado. Pero en la actualidad millones de musulmanes tienen buenas razones para temer que la oscuridad está cayendo nuevamente.

La hora de renunciar a las opiniones del Sr. Trump fue el día en que se postuló, cuando llamó a México un país exportador de delincuentes y violadores. Le hizo el juego a la política de nativismo y el miedo que se evidenció el año pasado, cuando una ola de madres y niños centroamericanos, huyendo de la guerra de pandillas y las drogas, se presentaron en la frontera de Texas en busca de la compasión de EUA, solo para recibir el desprecio y la histeria.

Por mucho tiempo ya, el racismo detrás de la agenda de la derecha respecto a los inmigrantes y extranjeros ha sido claro como el día. Trump lo hace aún más claro. Después de sus declaraciones sobre los musulmanes, ¿cuántos de los adversarios del señor Trump han dicho que rechazarían su candidatura en caso de ganar la nominación? Hasta el miércoles, ninguno.

Artículo en inglés