El siguiente video, presentando por Laurie Apple de Gawker, muestra a los miembros del comando SWAT del Departamento del Sheriff del Condado Pima ejecutando el allanamiento en la residencia de José Ortiz Guerena, veterano de la guerra de Irak un joven padre de quien se sospechó pertenecía a una banda de narcotraficantes familiar.
Muestra perfectamente cómo y por qué la llamada guerra contra las drogas es un fracaso, dice.
Así describe Gawker lo que sucedió. Ortiz Guerena había llegado a casa después de trabajar un turno de 12 horas y dormía cuando el comando SWAT llegó a la puerta de su casa. La esposa de Ortiz Guerena escuchó el ruido y despertó a su marido, quien como protección agarró un fusil de asalto. Al no obtener respuesta, el comando SWAT rompió la puerta y viendo que Ortiz Guerena tenía un fúsil le dispararon 71 veces, matándolo.
El fúsil de Ortiz Guerena tenía el seguro puesto, afirma Gawker.
Ortiz Guerena no tenía antecedentes violentas, apunta.
No había drogas ilegales en la casa, continúa.
La evidencia contra Ortiz Guerena la había proporcionado un informante, y es de amplio conocimiento que los informantes con frecuencia dicen lo que las autoridades quieren escuchar.
Aunque en requisas posteriores han encontrado lo que consideran evidencia, dice Gawker que las autoridades no han detenido a nadie en el caso.
Resultado neto: un padre de familia muerto, nadie detenido.
Y toneladas de drogas circulando por las calles sin que se vea un fin al problema.
Una gigantesca metida de patas para la policía, concluye Gawker.
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