Con resultados que dieron a dos partidos separatistas catalanes la mayoría absoluta de los escaños en el parlamento regional, el electorado parece haber manifestado el milagro que anhela aunque sin lograr acuerdo sobre el santo que ha de realizarlo. (Resultados).
El gobernante partido Convergència i Unió (CIU), encabezado por el presidente de Cataluña Artur Mas, quien convocó a los comicios con dos años de anterioridad, perdió 12 de los 62 puestos en el parlamento regional, quedando con 50.
La elección fue un serio revés para Mas y el CIU que lidera.
Pero no para el separatismo ya que la Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), agrupación de izquierda independentista, obtuvo 21 puestos.
Comentaristas políticos coinciden en que la elección fue una gran victoria para la ERC.
El próximo paso es la formación de una coalición CIU-ERC, que tendría mayoría parlamentaria absoluta (71 de 135 votos), antes de convocar al polémico referendo sobre la independencia, medida que da escalofríos a muchos españoles y que el gobierno central en Madrid va a oponer.
Ello será el preámbulo a una crisis constitucional en la madre patria.
Interestante notar que la prensa española, que ha escrito poco favorablemente de CIU, Mas y el separatismo catalán, ha optado por destacar la derrota electoral con el titular “El Batacazo de Mas”, coreado en casi perfecta harmonía.
Quizás con la cabeza algo más fría por la distancia y la ausencia de pasiones patrioteras, la prensa internacional ha enfocado en el resultado, destacando el aliento que ha recibido el separatismo.
Sin que importe la óptica desde la que se mire, hay una realidad ineludible para el gobierno de Mariano Rajoy: esto solo ha comenzado.
Foto: Estelada, Wikipedia
