Primarias_EUADos primarias para Sanders. Bernie Sanders, el socialista demócrata que persigue la nominación de su partido como candidato a la presidencia de EUA, ha dicho en repetidas ocasiones que los estados del oeste de EUA le van a ayudar a alcanzar a Hillary Clinton y ha presentado las victorias en los caucus de Utah y Idaho como “enormes logros”.

En ambos casos barrió, llevándose la mayoría de los delegados de los estados.

Hillary Clinton, por su parte, ganó en Arizona.

Holgadamente.

Pero con la distribución proporcional de los delegados, la noche del 23 de marzo benefició a Sanders.

Ahora, la campaña de Sanders se prepara para las primarias del 26 de marzo en Washington, Alaska, y Hawaii, estados donde en su conjunto se juegan 142 delegados.

En el campo republicano, Donald Trump arrasó en Arizona, donde ha logrado el apoyo del Sherriff Joe Arpaio, conocido por su “mano dura” contra los latinos, y la antigua gobernador Jan Brewer, de similiar persuasión anti inmigrante.

Allí se llevó el 47% de los sufragios. Su rival más cercano, Ted Cruz, obtuvo el 23% de los votos.

Sin embargo, Ted Cruz podría ganar  en los caucus (asambleas) de Idaho, según indica una nota en Newser. 

Cruz obtuvo ese mismo día el apoyo de Jeb Bush, hijo y hermano de los presidentes George y antiguo candidato cuya campaña quemó US$150 millones y no logró nada.

Se suma al de Lindsey Graham, senador por Carolina del Sur, y quien en un momento dijo que elegir entre Ted Cruz y Donald Trump es como escoger entre tomar veneno o recibir un balazo.

La ofensiva del oficialismo republicano sigue contra Trump. Sin embargo, y sin que se vean ninguna contradicción aparente, el “establishment” republicano sigue repitiendo que apoyarán al nominado por el partido, no importa quién sea.

Y por si no bastara con los insultos a diestra y siniestra entre candidatos republicanos que han marcado esta elección, ahora Trump y Cruz han logrado involucrar a sus esposas a la bronca.

Esposa_trumpEn Arizona, un volante atribuído a la campaña de Cruz mostró una foto de Melania Trump cuando posó con muy poca ropa para la revista masculina GQ. Trump amenazó por Twitter con “contar la verdad” (spill the beans) sobre la esposa de Cruz.

Lo anterior puede bajar a nuevos niveles de vulgaridad e indecencia una campaña que pasará a la historia por su vulgaridad e indecencia. Eso predicen las cartas para los días, semanas y meses que faltan para la convención republicana en Julio en Cleveland.

Para los demócrtas, en semanas y meses venideros, observadores anticipan ciertos avances para Sanders en los estados del oeste. Es en base a ello que Sanders asegura que él puede ganar la nominación del partido.

La estrategia que persigue hasta la convención es lograr suficientes victorias y acumular delegados en las primarias restantes y, en base a ello, presionar a los llamados superdelegados (funcionarios del partido que sin ser elegidos tienen voz y voto en la convención) para que cambien de parecer y apoyen los resultados de sus estados.

Pero algunos demócratas de la llamada ala liberal se encuentran cada día más molestos con Sanders, a quien consideran una distracción sobre Trump. Escribe Markos Moluitsas, director del portal Daily Kos, en The Hill.

En resumen, la campaña Sanders ahora está presentando el mismo argumento que denunció hace sólo unos meses – que los superdelegados demócratas deben subvertir la decisión del electorado demócrata y entregar la nominación al perdedor de la primaria. Fue un argumento absurdo cuando Clinton lo hizo en 2008, y no es menos absurdo hoy. Y si alguien fuera beneficiarse de dicha usurpación de la voluntad de los electores, sin duda no sería alguien como Sanders que viene de afuera.

Obviamente Sanders tiene la libertad para permanecer en la contienda siempre y cuando sus seguidores sigan financiando sus esfuerzos. Pero nadie debe enojarse cuando el resto del partido comience a centrarse en la amenaza Trump.

A Sanders y a sus partidarios eso les viene del norte.

Ha dicho y repetido el candidato. “Hace 10 meses nos consideraban una campaña marginal. Ahora hemos ganado 10 estados”.

El poder de convocatoria de Sanders particularmente entre la juventud indica que, así los números no le favorezcan, tiene algo en que basar sus argumentos.

Sanders_Seattle