A menos que hubiera un error garrafal de pronósticos en mayores dimensiones que el que sucedió en EUA durante la elección del año 2000, François Hollande será el próximo presidente de Francia.

La eventual salida de Nicolas Sarkozy es un sacudón geopolítico que está produciendo escalofríos y ha comenzado a evaluarse con la urgencia que requiere una realidad casi inescapable.

La relación entre Sarkozy con Angela Merkel, su vecina alemana y también conservadora, ha sido clave en la política de la Unión Europea.

Deutsche Welle entrevista a Jacques-Pierre Gougeon, asesor del candidato socialista e investigador del Institut de Relations Internacionales et Strategies (IRIS).).

Deutsche Welle: En Francia el presidente es el que lleva las riendas de la política exterior. ¿Por qué se oye tan poco durante la presente campaña?

Jacques-Pierre Gougeon: Es tradición que la política exterior no juegue un gran papel durante la campaña a la presidencia. Aunque, esta vez, la política europea se ha destacado, sobre todo en lo relativo a las relaciones franco-alemanas y la idea de un pacto fiscal.

Por lo general, en la política exterior se mantiene continuidad. Aún así, ¿Cuáles son las diferencias entre Sarkozy y su contendor?

La política europea tendrá la más alta prioridad. El Pacto Fiscal carece de un soporte para generar más empleo y crecimiento. François Hollande está de acuerdo en que haya límites al endeudamiento público, pero Europa no solo puede ahorrar. Europa necesita también medidas para aumentar el empleo y promover la innovación.

¿Quiere François Hollande botar a la basura el Pacto Fiscal ya firmado?

No. Él quiere complementarlo, porque hasta ahora sólo habla de presupuesto.

Pero el Pacto Fiscal no le impide a los países crear más empleo y generar crecimiento…

Si tenemos una política fiscal común, necesitamos también una estrategia común de crecimiento. Requerimos una política de infraestructura. Eso lo tenemos que solucionar a nivel europeo.

Hollande nunca ha ocupado un cargo político. ¿Una desventaja?

Tampoco el primer ministro británico, David Cameron, o Tony Blair fueron ministros antes de llegar al Gobierno. Angela Merkel misma fue ministra, pero de Familia, Juventud y Medio Ambiente. Los franceses desean tener hoy un presidente joven que reaccione rápidamente.

François Hollande es considerado un socialista moderado. Pero en su partido hay corrientes que sorprenden hasta a los mismos socialdemócratas alemanes. ¿Qué tanta influencia tendría el partido en el Gobierno?

El sistema político francés le otorga al presidente una cierta libertad de acción de su partido. El programa de François Hollande es una adaptación propia de la línea del partido.

¿Será Hollande un reformador?

Lo primero será la reforma fiscal. Él cree que la política fiscal francesa es injusta. Hollande reformará por ello los sistemas educativo y bancario. Quien tiene más, debe pagar más impuestos. Hay que mantener el equilibro entre la política fiscal y la social.

¿Nos tendremos que preparar para protestas callejeras contra Hollande?

No. Si bien recortará algunos puestos en el sector público, se crearán otros en otras partes. Hollande es un hombre sensato. Él no dilapida el dinero.

¿Cuáles son las consecuencias de pérdida de la calificación AAA de las agencias de riesgo?

Francia goza de muy buena reputación crediticia. Si bien los intereses han subido, estamos muy lejos de la situación en otros Estados europeos.

¿Ha establecido François Hollande contactos con la Cancillería alemana?

Desde luego que hay relaciones oficiales, pero nosotros nos reunimos también a nivel no oficial.

Ilustración: Agatha Nowicka/illo.pl

Autor: Andreas Noll /José Ospina-Valencia

Editor: Emilia Rojas

Original en español