Con la presencia en Buenos Aires del presidente de EUA Barack Obama, quien lamentó el apoyo estadounidense a la junta militar que un 24 de marzo de 1976 ocupó el poder, decenas de miles de argentinos salieron a las calles por todo el país para recordar los horrores de lo que el escritor Ernesto Sábato llamó el “descenso a los infiernos”.
Según un informe de la AFP, se realizaron nutridas marchas en más de un centenar de ciudades del país sudamericano de unos 40 millones de habitantes.
“El tono dominante en los mitines fue opositor al presidente de centroderecha Mauricio Macri, a cuya familia atribuyen haberse enriquecido con la dictadura y a él le adjudican implantar ahora una política económica similar a la de los generales del régimen”, agrega la nota de la AFP.
Obama rindió homenaje a las víctimas y repitió las palabras “nunca más”, con que cerraron su ponencia los fiscales que en 1985 juzgaron a los militares.
El presidente Obama realizó una “autocrítica” por el papel que jugó EUA en la instigación y preparacion de las dictaduras latinoamericanas de los años 70.
Sin embargo, agrega la AFP, no expresó el arrepentimiento que los organismos humanitarios esperaban. “La autocrítica fue totalmente ‘light'”, opinó la dirigente de Madres Línea Fundadora Taty Almeida. “Lo malo es que Macri haya insistido junto a Obama en que hay que mirar al futuro.
Obama anunció también la desclasificación de miles de archivos de inteligencia EUA, proceso que se había iniciado en 2002.
Los juicios a responsables de torturas y desapariciones se reanudaron en 2006, luego de que en 2003 el presidente Néstor Kirchner (2003-2007) derogó las leyes de amnistía.
La Voz de América, portal que expresa las opiniones del Departamento de Estado de EUA, citó al presidente de EUA en el sentido que Estados Unidos tardó demasiado en denunciar las atrocidades que se cometieron entonces, pero dijo que su gobierno va a “confrontar el pasado con honestidad y transparencia.
“Lo que pasó en Argentina no es único de Argentina y no está confinado al pasado”, dijo el mandatario estadounidense en Buenos Aires. “Cada uno de nosotros tiene una responsabilidad todos los días de asegurarnos de que cuando veamos injusticia, donde veamos la violación de la ley seamos testigos honestos de los que pasa, que denunciemos, que examinemos nuestros corazones y tomemos la responsabilidad de hacer de este un mejor lugar para nuestros hijos y nietos”.
Más de 660 personas fueron juzgadas y sentenciadas por crímenes de lesa humanidad que cegaron las vidas de miles de personas.
El exdictador Jorge Videla murió en una cárcel común en 2013, a los 87 años.
Imagen: AFP
